La afición de la UD Las Palmas, de los pitos a la locura en cinco minutos

Todo se resume en una cuestión de ganas. Amor por el escudo y compromiso por un reto: el de lograr la permanencia. Contra un rival directo, en casa y bajo el calor de sus fieles, la UD casi vuelve a caer en lo más profundo del pozo. De haberlo hecho, salir hubiera resultado complicado y las esperanzas se habrían desvanecido. Los dos goles de diferencia obligaron a algunos aficionados a pensar que ya era imposible. Hasta tal punto que incluso abandonaron el estadio en el minuto 70.

 Pero las ganas de los protagonistas sobre el verde estaban ahí. Un penalti, ocho minutos de descuento, el gol del empate y la motivación que falta muchas veces para remar a contracorriente ante situaciones adversas, como lo era la que estaban viviendo frente al Alavés. No es una victoria ni mucho menos, pero la imagen que dejaron los futbolistas amarillos en los minutos finales sirvió para demostrar a su gente de lo que son capaces si se lo proponen. 

La UD Las Palmas hace felices a los cuatro que quedaban en el descuento contra el Alavés

Las gradas del estadio de Gran Canaria pasaron de los pitos a la locura en cinco minutos. De un extremo a otro: de los silbidos a Sandro y Campaña al éxtasis generalizado por dos goles que hicieron estallar a los pocos que estaban en las gradas. Apenas 17.500 almas para animar al equipo en uno de los momentos más difíciles de la temporada para los amarillos. 

Diez finales para el desenlace

A la Unión Deportiva le restan diez finales para conseguir el objetivo final. De esos 30 puntos que están en juego, los grancanarios tendrán que conseguir al menos 15, es decir, ganar cinco de esos diez. Tras el parón de selecciones, la UD tendrá que tirar de superpoderes para ganarle el pulso al Celta de Vigo en Balaídos, y después para recibir a la Real Sociedad en casa. Esa cita estará marcada en el calendario, puesto que será el reencuentro de jugadores y afición después del roce de ayer contra el Alavés. Fue generalizado, pero Sandro se llevó la peor parte. Los hinchas no le han perdonado después del incidente que protagonizó con uno de ellos en Valladolid. 

El modo esperanza tardó en activarse, pero llegó justo a tiempo para salvar un punto milagroso. El punto que cubre a muchos pero que no salva a nadie. Un respiro corto que llegó gracias a un Januzaj espléndido que salió chutado de pilas a 20 minutos del final para empujar al equipo. Alberto Moleiro, por su parte, se volvió a poner la medalla de líder para actuar como desfibrilador. Una descarga de energía para volver a creer, o al menos intentarlo de cara a una recta final que se pone interesante en la parte baja de la tabla. 

Anclados en el pasado

Confianza, alma, talento por parte de los jugadores, unión y la certeza de que se va a conseguir lo que hasta ahora parece complicado. Martínez lo tiene claro, y aunque sigue anclado en las victorias que se consiguieron en el 2024 y hacer autocrítica todavía no está en sus planes, la realidad es que el equipo no puede vivir del pasado. Ni las palabras motivadoras van a lograr que se consiga la permanencia, ni sumar punto por punto va a arreglar el desastre generalizado. 

El parón de selecciones, al menos, servirá para que jugadores, staff y afición se despejen de lo que se viene de cara a final de temporada. En el horizonte, la opción A y la B. La de luchar y conseguir la salvación o la de volver al infierno de la Segunda División, de la que tanto cuesta salir. Por el camino espera sudor, compromiso, sufrimiento y quizás alguna que otra lágrima de felicidad o impotencia. 

¿Qué seis jugadores de la UD Las Palmas han sido convocados por sus selecciones?

Nadie dijo que fuera fácil, pero lo que está claro es que cuando las ganas están presente, no hay nada que se le pueda resistir a una Unión Deportiva Las Palmas que anoche, en los últimos cinco minutos, tiró de coraje y corazón.

Suscríbete para seguir leyendo