Cómo cinco minutos en el manicomio le dio dos semanas más de vida a Diego Martínez

Diego Martínez se estaba jugando el pescuezo en la final del viernes. Lo empezó a perder a los seis minutos con el gol de Toni Martínez, casi se le desprende con el 0-2 de Guridi y lo terminó de enderezar con los dos goles en el tiempo de descuento de su equipo. Se abrieron las puertas del manicomio llegado el minuto 90, en el que Januzaj ya estaba desequilibrando el estado de ánimo del Alavés con sus internadas por la banda derecha y permitió que Fabio Silva desde el punto de penalti y Moleiro con un voleón pusieran el empate en apenas 300 segundos.

Una derrota y de la manera en la que se hubiera producido, sin merecer puntuar hasta que se llegó al tiempo extra, no hubiera podido evitar la destitución del técnico de la Unión Deportiva. Con dos semanas por delante para que su sustituto pudiera tener tiempo de trabajo hasta la reanudación liguera el próximo 31 de marzo en el choque de los amarillos frente al Celta en Vigo (20.00 horas).

La salvación en el césped

Sin embargo, el plan que hay ahora en las altas esferas de la entidad, y como se comentaba entre los pasillos del Gran Canaria el viernes antes del arranque del choque contra el Alavés, el plan con Martínez pasaba por mantenerle en el cargo a un largo plazo. La confianza era total en que a los babazorros le iban a ganar, pero el balón dictó una película digna de haberlo guionizado Cristopher Nolan.

También había confianza en Luis Carrión en la previa contra el Celta y finalmente fue destituido tras la derrota contra los vigueses

Tablas en el marcador y la continuidad de Martínez hasta el final de temporada como premio. Cambiar ahora a un técnico en las diez jornadas que restan y sin aprovechar el parón de las ventanas FIFA no tendría mucho sentido. Aun así, ojo que si abrieron las puertas del manicomio futbolístico el viernes para los goles de Fabio Silva y Moleiro, en las oficinas amarillas a veces se puede cambiar de discurso de un día para otro.

Martínez: «Es lógico que haya tensión; hay que aceptarlo»

Así pasó con la situación de Luis Carrión en la previa de la novena jornada. Se transmitió confianza plena en que el barcelonés continuaría pasara lo que pasara en el partido contra el Celta. Pues bien, ya se conoce la historia. Ya no solo fue motivado su cese por no haber conseguido ni una victoria en las nueve fechas, sino que la forma en la que cayó contra los gallegos, con dos jugadores menos sobre el terreno de juego durante media hora, fue lo que le costó el puesto.

Salvarse y renovar

Por tanto, el plan y la comunicación que se transmiten desde la entidad es la que Diego Martínez va a llegar hasta el final de temporada y así, si consigue el objetivo de la salvación, incluso pueda renovar el año más de contrato que tiene pactado con Las Palmas.

Él, además, también se ve con fuerzas de continuar al frente del navío amarillo. «Tenemos estas dos semanas para recuperar gente y tocar madera para que los que se van vengan sanos. Tenemos 25 puntos y hay que seguir adelante porque lo vamos a conseguir. Tengo creencia en este equipo. La gente se deja el alma y el equipo está fuerte. La confianza y el alma que tiene el grupo nos va a llevar a lograr el objetivo que no es otro que el de la permanencia», trasladó el técnico a la conclusión del encuentro del viernes pasado.

Restan diez fechas y la salvación está a tres puntos. No vive el equipo una situación extrema porque cabe recordar que tanto el míster como los jugadores son casi los mismos que lograron 19 puntos de 27 posibles durante los meses de octubre y diciembre. Calidad hay, fe quizás es lo que falta, ya sea en el propio técnico o en lo que intenta plasmar dentro de la caseta.