De la UD Las Palmas hasta la selección española: la irrupción meteórica de Raúl Asencio, el grancanario que está de moda

De los campos de Siete Palmas a Valdebebas, y de Valdebebas a Las Rozas. Esa ha sido la hoja de ruta del grancanario Raúl Asencio, que está viviendo una semana de ensueño al ser convocado con la selección española de fútbol por Luis de la Fuente para disputar el doble compromiso contra los Países Bajos. Su irrupción ha sido meteórica, y su compromiso con su profesión, envidiable. En cuestión de meses, el grancanario ha pasado de jugar en Primera Federación con el Real Madrid Castilla, a ser titular indiscutible con el primer equipo blanco, estrenarse en la Champions y acudir a las filas de la Roja sin haber pasado anteriormente por las categorías inferiores. De cero a cien de un momento a otro.  

El hombre de moda

El central madridista es el hombre de moda que acapara todas las portadas, pero su recorrido hasta llegar a la cima no ha sido sencillo. Cuando era niño decidió perseguir su sueño y abandonó Gran Canaria, su isla natal, para poner rumbo a la escuela del Real Madrid en Valdebebas. Atrás dejó a su madre, a su padre, a su hermano, a sus abuelos y a sus amistades de toda la vida. En Madrid, aunque él no se lo imaginaba, le esperaba un futuro prometedor. Hubo lágrimas «de pequeño y de grande», como ha confesado, pero ahora todo el sacrificio ha valido la pena. 

Raúl Asencio y el valor de la justicia: contra la UD Las Palmas y contra su suplencia en el Real Madrid

En las categorías inferiores de la UD Las Palmas, Raúl Asencio ya mostraba características diferentes a la de sus compañeros. Según explica Miguel González, entrenador del defensa en el conjunto amarillo durante tres temporadas (2011, 2012 y 2013), desde que era muy pequeño Asencio tenía claro que quería ser defensa. «Es raro, porque a esas edades todos los niños quieren ser delanteros y marcar goles, pero a él le gustaba ser defensa, le gustaba su posición», comenta uno de sus maestros, con el que a día de hoy sigue manteniendo relación. 

Practicar el lanzamiento de faltas

«Raúl era muy maduro, le gustaba entrenar y cuando terminábamos se quedaba para practicar el lanzamiento de faltas», señala Miguel González. A modo de anécdota, una de las historias que recuerda González de la infancia de Raúl era su agresividad defensiva. En un partido, hizo una entrada fea y le enseñaron la cartulina amarilla y en la segunda mitad, su entrenador decidió sentarlo en el banquillo «por miedo a que le expulsaran». Desde entonces, Asencio entendió que defender no era ser agresivo, sino que había que robar el balón de una manera limpia. «Al principio no se lo tomó bien, pero estoy seguro que eso le enseñó», apunta González. 

La repercusión mundial es algo que ha perseguido a Asencio en los últimos meses, pero gracias al apoyo de sus seres más cercanos ha logrado superarlo. «Es un chico muy frío que sabe aislarse y esa templanza la demuestra en el campo», afirma Miguel González, uno de los últimos entrenadores que vio como Raúl despegaba su vuelo. «Mi sueño es verle jugar el Mundial de 2030 en el estadio de Gran Canaria defendiendo la camiseta de la selección española. Su posible regreso a la UD Las Palmas quizá se dé, pero no a corto plazo. «Puede que algún día llegue la opción y seguro que a él también le ilusionaría, pero ahora mismo está en otras cosas», sentencia González. 

Asencio reconquista la selección para el Real Madrid en plena 'dictadura' del Barcelona

Desde el verano de la incertidumbre a poder debutar con la absoluta, ganándose a pulso esa voz de mando que ahora tiene en el Real Madrid, el equipo por el que lo dejó su vida y con el que le gustaría renovar y ganar todo. ¿Su techo? Está por ver.

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