Martínez contra Simeone: admiración y venganza

Rocky Martínez contra el Cholo Simeone. Entre la admiración y la venganza. La guerra de los dos Diegos. El técnico vigués (44 años)

de la UD (siete victorias con un plantel low cost capaz del desconcierto absoluto como de deslumbrar por su pegada atómica) se cita el sábado en el Estadio de Gran Canaria (20.00 horas, Movistar LaLiga TV) con un rival al que profesa devoción. Diego Martínez Penas (125 duelos dirigidos en Primera) es un Cholo chico y no lo oculta como acredita su discurso del partido a partido, así como su obsesión por la salida explosiva del balón. Cabe reseñar que el estratega amarillo visitó al argentino (509 pulsos dirigidos en LaLiga y que encadena catorce campañas de rojiblanco) al Cerro del Espino el pasado septiembre. Tomó buena nota de la metodología cholista y conversó con Gustavo López, ex del Celta de Vigo, el club del corazón de Martínez. El estratega amarillo hablaba así de su rival del sábado, al que se ha medido en seis ocasiones con un pobre bagaje de cero victorias, dos empates y cuatro derrotas –ver gráfico del margen superior y a la derecha–.

«Simeone es uno de los mejores técnicos del mundo. No lo descubriré, hay que mirar su trayectoria, habla por sí mismo y por sí solo. Hablamos de uno de los grandes. Es cierto que la inmediatez hace que nos olvidemos de que fue campeón del Liga hace nada. Uno ve una plantilla, un excelente entrenador, un campo que aprieta muchísimo... Estaríamos todos equivocándonos si alguien piensa que es un mejor o un peor momento para visitarles», aseveró en noviembre de 2022. Y el pasado noviembre, así explicaba el encuentro con el embajador de un gigante como el Atlético, que cuenta con 500 millones de presupuesto y 330 kilos de margen salarial. «Charlamos de fútbol. Escuchar a uno de los entrenadores más importantes del mundo para mí fue toda un experiencia y le estaré siempre agradecido», apostilló. Le falta ganarle, y así seguir los pasos de Xavi García Pimienta que tumbó al Atlético en el Gran Canaria (2-1) el 3 de noviembre del 2023 con tantos de Kirian y Benito.

Existen diversos paralelismos entre Martínez y Simeone (54 años). Los dos cuentan con pasado sevillista. El técnico de la UD pasó por el División de Honor, Regional y filial del Sevilla. En la entidad hispalense, forjó su selló de furia y máxima intensidad. Ejerció de segundo de Marcelino García Toral, Míchel y Emery –en un ciclo glorioso con Vitolo y título de la Europa League–. Diego Pablo Simeone jugó dos temporadas en el club hispalense y coincidió con Maradona a las órdenes de Carlos Bilardo. Legionarios del bilardismo y del minuto a minuto. El afamado partido a partido consta como un invento dialéctico del Cholo, mientras que Martínez, en su exitosa etapa como técnico del Granada (semifinalista de la Copa, cuartos de final de la Liga Europa y un ascenso) tiró del «pasito a pasito». Dos maneras de «focalizar» la realidad. Dos maneras idénticas de morir en el presente. No existe el mañana. Solo el ahora y ahí irrumpe la última inspiración de Rocky Martínez, el ‘hoy es mañana’ de la tercera entrega del filme pugilístico de Silvester Stallone (1983). El discurso es idéntico de estos estrategas, separados por diez años, y que beben del mismo agua bendita: unidad, bloque, esfuerzo y solidaridad eterna. Los tiempos de la poesía y el toque eterno de Quique Setién han pasado a mejor vida.

De hecho, el preparador cántabro del Beijing de la Superliga de China y ex de la UD (78 duelos dirigidos) saltó a la fama por su enemistad con el Cholo. No hablaban el mismo idioma futbolístico. «No me gusta como juega tu equipo», le dijo Setién a Simeone en la banda del Gran Canaria. De la guerra a los versos infinitos. Pero hay un registro que sí domina Martínez y no tiene el argentino, que ya solo le quedan remotas opciones de ganar el entorchado liguero y el Mundialito. El técnico de la UD tumbó tres veces al Barça y dos en el feudo culé –una de amarillo la histórica toma de Montjuïc 54 años después–. Por su parte, el Cholo se ha cruzado 40 ocasiones con el gigante azulgrana y solo le ganó una de visitante en Liga. Dos rostros, un credo y la misma manera de ver el juego. Hay una cuenta pendiente, y es que el vigués nunca le ha domado y además se llevó un duro correctivo (6-1). Es el momento de ajustar cuentas por la salvación en la bombonera del Gran Canaria.

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