El cabreo de la colchonera Andrea Gutiérrez y un saludo a lo Papa: "Ni una firma, ni un selfi; nos hemos llevado un gran chasco"

Un día de espera para 360 segundos de procesión vertiginosa. Una plantilla que se olvida de sus fieles. Andrea Gutiérrez Álvarez, aficionada del Atlético de Madrid, acudió esta tarde al Aeropuerto de Gran Canaria y luego estuvo en la puerta del Hotel Santa Catalina junto a su madre Melisa. La rascadera fue tremenda. Estampida en el Aeropuerto -llegaron en vuelo chárter y no salieron por la terminal clonando la conducta de las plantillas de Real Madrid o FC Barcelona- y un Atlético a la fuga al llegar al cuartel general. "No lo merecemos, mañana volveré por la mañana a la puerta del hotel". Mañana, desde las 20.00 horas, el pulso de la necesidad extrema.

 "No se han parado a firmar, ni un saludo, ni un foto...Nada. Solo Apizlicueta estampó su firma en un balón. Cuentan con un pedazo de afición en Gran Canaria y la desperdician con este gesto. También estuvimos por la tarde en el Aeropuerto y no salieron por la puerta principal al llegar en un vuelo privado. Te pegas esperando un buen rato para luego llevarte un disgusto tras otro", relata Andrea Gutiérrez.

Desplante del ejército del 'partido a partido'

Pasa revista a los jugadores como una agente del FBI del sentimiento colchonero. "Solo se paró Azpilicueta; Julián no, Giuliano no...". El dolor en el corazón no tiene fronteras. Un aficionado argentino del Atlético llegó a las 14.00 horas para pillar sitio con su balón. "No se paró ningún compatriota, como mucho te saludan con la mano", apostilla. Es el saludo del Papa.

Se reproduce el lamento, como los goles de Julián (14) en su primer curso en España. "La verdad que te llevas un chasco, estás aquí perdiendo el tiempo...Yo llevo seis horas y mi ídolo es Julián. Mi selección es Argentina, es mi favorito después de Messi. Pero esto me decepcionó muchísimo, al menos lo vi de cerca".

Vuelve el coro del lamento. "Más que cabreadas estamos decepcionadas, solo queríamos un autógrafo. Que nos dijesen hola". Solo se paró Azpilicueta, el que se escapa de este elenco de jueces del sentimiento. Bufandas de Pantic, Caminero y Futre. Banderas y gritos al Cholo. Llega el Atlético a Gran Canaria, tierra de sangre colchonera. Mañana, nueva oportunidad para los fieles del desencanto. Quieren algo más que el saludo del Papa. "Les llevaré una caja de bombones", bromea el fiel argentino, que daría un hígado por el selfi con Julián.