Un motivo para apostar mil euros a la victoria de la UD Las Palmas contra el Atlético: tardes del Pupas en Leganés, Getafe, Cornellá y Vallecas

Un motivo de esperanza. Al Atlético de los 184 millones en fichajes se le atragantan los escudos de perfil bajo. Eliminados de la Champions por el controvertido penalti de Julián Álvarez en el Metropolitano ante el Madrid en octavos y KO en la Copa del Rey en semis, a la formación colchonera solo le queda LaLiga y parece un imposible. A falta de siete jornadas, están a siete del líder FC Barcelona y en el Gran Canaria no están para bromas. Vienen de tumbar al desahuciado colista Valladolid (4-2) a paso de procesión. Mañana, no pueden permitirse otro renuncio (desde las 20.00 horas, Movistar LaLiga).

Es un match ball por el campeonato, cuando el 11 de mayo hay un Barça-Real Madrid en el Estadio Olímpico Montjuïc. «Este torneo se decide en las últimas cinco jornadas», repite Simeone, que trata de escapar de ese manto de desazón y pesimismo. A pesar de contar con el Zamora de la competición como Oblak (26 goles encajados en 30 duelos con el coeficiente 0,87), tiene dos derrotas sonrojantes. El imperio de los 184 millones en fichajes (Julián Álvarez costó 75, por los 42,5 de Conor Gallagher, los 34,5 de Le Normand y los 32 de Alexander Sorloth.

Oblak es el Zamora de la competición y Griezmann ha perdido su estatus de estrella en un curso irregular

En la tercera jornada del campeonato, el Atlético tropezó con el Espanyol (0-0), que trata de escapar de la quema del descenso con una señora remontada –ya lucen con 35 unidades, con seis de renta sobre los amarillos, que marcan la zona roja–. El segundo tropiezo colchonero ante un rival terrenal fue en el Estadio de Vallecas (1-1). Palazón adelantó a los locales y Conor Gallagher firmó las tablas. En la pasada edición liguera 23-24, los pupilos del Cholo Simeone se impusieron (0-7) al Rayo.

Tras encadenar ocho victorias en el campeonato doméstico, en el Municipal de Butarque saltó por los aires la etiqueta de firma candidato a la gloria (1-0). Nastasic logró el tanto pepinero, que ocupa la penúltima plaza de la tabla. El pasado 9 de marzo, llegó la segunda derrota ante un conjunto de la parte baja (2-1) en el Coliseum. El cuadro azulón de Bordalás, tras una primera vuelta decepcionante, ha puesto el turbo. Se deshizo de forma imponente del Atlético y Correa fue castigado con cinco partidos por dirigirse al colegiado de forma deshonrosa. Precisamente el argentino vuelve mañana ante la UD Las Palmas.

Para rematar el serial de los despropósitos, cabe sumar el empate en Cornellá (1-1). Doce puntos que vuelan ante rivales de escaso pedigrí. De las misma dimensión que los pupilos de Diego Martínez, verdugos del implacable Barça en la primera vuelta en Montjuïc.

El plantel criticó la falta de energía ante el ‘Lega’, un bofetón que puso fin a un revés de quince duelos invictos

La obsesión de Julián

El campeón del mundo Julián Álvarez repitió hasta en tres ocasiones que solo piensan en tomar el Gran Canaria. No miran más allá del manido ‘partido a partido’ que llevan a tatuado a fuego en la piel. «Hemos logrado otra victoria y ahora solo pensamos en Las Palmas (...) No miramos al Barça ni al Madrid», reiteraba el nuevo rostro franquicia del Atlético más millonario y más débil con los pobres.

El Gran Canaria ha sido la tumba del gigante colchonero en una ocasión (2023) y nunca del Real Madrid o FC Barcelona. Un estadio inacabado que apunta mañana al lleno en la contienda de los contrastes. Martínez lo tiene claro y solo vale ganar. Morir en el área de Oblak ante un kamikaze. La UD tendrá su oportunidad como acreditan los doce puntos perdidos por los colchoneros ante Getafe, Leganés, Rayo y Espanyol. Una tonelada de fe, un canto a la esperanza.

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