El récord único y casi insuperable de la UD Las Palmas: ningún otro equipo lo ha conseguido

Desde su fundación, firmada el 22 de agosto de 1949, hasta el partido de promoción que el 8 de julio de 1951 selló su primer ascenso a Primera División pasaron solo 24 meses

Alineación del primer ascenso de la UD Las Palmas

Alineación del primer ascenso de la UD Las Palmas / UD Las Palmas

Las Palmas de Gran Canaria

La mayoría de clubes pasan años, incluso décadas, para abrirse paso hasta la élite. Pero la UD Las Palmas no es como todos los clubes.

Desde su fundación, firmada el 22 de agosto de 1949, hasta el partido de promoción que el 8 de julio de 1951 selló su primer ascenso a Primera División pasaron solo 24 meses. Dos años para conseguir un récord que ningún otro equipo ha conseguido igualar en la historia.

Setenta y cuatro años después, el hito continúa siendo excepcional en las ligas con sistema de ascensos y descensos, y para entenderla hay que regresar a la posguerra canaria, cuando el fútbol insular vivía aislado del gran circuito peninsular y cinco clubes decidieron unirse para derribar la barrera del Atlántico.

La creación

La Unión Deportiva Las Palmas nació cuando los clubes Marino, Victoria, Arenas, Gran Canaria y Atlético, incapaces de sostener individualmente los gastos de competir en la Península, aceptaron fusionarse bajo el impulso del gobernador civil Balbino Padrón.

De la unión salió un equipo con los colores amarillo y azul y una afición compacta que pronto llenaría el Estadio de Las Palmas, antes del Insular.

La Federación Española, interesada en asegurar una representación canaria en categorías profesionales, invitó al nuevo club a debutar directamente en Segunda División Grupo Sur 1949-50. La temporada siguiente, 1950-51, resultó fulminante. Terminó campeona de grupo y, en la liguilla de ascenso, remató el 8 de julio de 1951 sellando el salto a Primera apenas veinticuatro meses después de su fundación.

Los motivos

Aquella escalada se explicó, principalmente, por la calidad de un plantel veterano que, pese a jugar bajo un escudo nuevo, ya tenía oficio en Segunda y Tercera.

También hubo cierto respaldo institucional, pues el régimen franquista veía la presencia insular en la élite como un símbolo de unidad.

Además de ello, había una ventaja táctica de la insularidad, ya que se obligaba a los rivales a desgastantes viajes en una época en la que la aviación no estaba generalizada.

Por último, el nuevo equipo nacía con una importnte solidez económica conseguida al unificar cinco tesorerías en una sola.

¿Ha repetido alguien la hazaña?

En un fútbol cada vez más reglado y competitivo, ninguna escuadra ha sido capaz de igual tal hazaña.

En España, ningún club ha igualado los dos años de Las Palmas. El que más cerca ha estado es el Real Burgos (1983-1990) que tardó 7 años.

En Europa el caso más rápido es el de RB Leipzig (2009-2016), también con siete temporadas, y en Asia, el Wuhan Three Towns necesitó nueve. Hasta donde apuntan los registros de FIFA y la base RSSSF, nadie ha dado el salto de la última categoría a la élite en tan solo dos campañas.

¿Por qué es tan difícil repetir la gesta?

  1. Requisitos financieros y de infraestructura.- Desde los años 90 la mayoría de federaciones exigen auditorías de viabilidad, estadios adaptados y cupos de cantera antes de otorgar licencias profesionales, lo que retrasa la escalada de nuevos clubes.
  2. Estructuras de liga más extensas.- España, Inglaterra, Italia o México disponen de 3-4 niveles profesionales; salvo inversiones extraordinarias (RB Leipzig) lo normal es subir un escalón cada dos o tres cursos.
  3. Regulación de “compra de plazas”.- Tras varios escándalos, muchas asociaciones prohíben adquirir la ficha de otro club para saltarse categorías, práctica que en los 50 permitía acelerar ascensos.

Por ello, en plena era de licencias y control financiero, el meteórico ascenso amarillo sigue siendo, más que nunca, una rareza histórica del fútbol mundial.

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