Todo está listo para la vuelta al cole.

Después de dos largos meses de descanso, los escolares de Canarias se preparan para, en algunos casos, volver y, en otros, empezar el colegio.

Los que ya están acostumbrados a ir a las aulas cada septiembre tendrán una adaptación mucho mejor porque ya saben a qué se enfrentan tras un tiempo de desconexión.

Sin embargo, los más pequeños de cada casa estarán algo nerviosos por esta nueva etapa que van a comenzar sin sus padres o madres a su lado. Esta situación puede generar cierta incertidumbre en los niños y niñas e incluso puede llegar a suponerles un pequeño mal trago debido a la novedad.

Pero, las madres y padres pueden ayudar a que esta situación de adaptación no sea tan chocante para los menores si aplican estos tres consejos para hacer que la primera vez en el colegio no sea tan dura:

Generar autonomía y confianza

Para la psicóloga Estefanía Herrera una ayuda fundamental es hacer que el pequeño debe percibir la experiencia como algo beneficioso y sentirse implicado.

"Se pueden incluir cambios que ayuden a mejorar su independencia como aprender qué cosas necesita llevar en la mochila, saber guardarlas o cerrar las cremalleras y los bolsillos ellos mismos".

Además, Herrera asegura que debemos dejar de usar frases como ‘ya se te acaba lo bueno’ o ‘a partir de ahora no vas a poder dedicarle tanto tiempo al juego’ porque debemos presentar esta etapa como un comienzo motivador.

Hacer uso del juego como elemento preparativo

A través de los dibujos los adultos pueden conocer las emociones de los más pequeños de la casa.

Por eso, la psicóloga Raquel Andrés apunta que "hay que preparar algún cuaderno en el que puedan escribir o dibujar cómo imaginan que serán su cole o su profesora, o contar qué emoción experimentan el primer día de colegio".

"Los juegos son una buena forma de preparar a los niños ya que les ayudan a relajarse y les aportan confianza", destaca Andrés.

Escuchar y entender

Al ser unos días diferentes, muchos niños y niñas pueden tener ganas de llorar o incluso pueden sufrir episodios de fuertes llantos.

Según recomienda la psicóloga Raquel Andrés recomienda "apartarse a un lado del grupo, y acompañar al niño hasta que se calme, cuando el menor esté más tranquilo será el momento de hablar un poco sobre qué ha pasado», subrayando que "es muy importante no gritar, ni chantajear ni hacerle sentirse culpable por lo que hay que evitar expresiones como 'no sigas que pareces un bebé".

La profesional aconseja "indagar en la causa del porqué se produce ese llanto antes de entrar al centro», aludiendo a que "en la mayoría de los casos se produce por la separación de los padres".