Muchas personas no quedan satisfechas del todo cuando usan un suavizante específico para sus prendas. De hecho, muchos usuarios no han conseguido encontrar el producto perfecto para que su ropa no quede dañada y mantenga la misma calidad que las primeras veces.

Y no han conseguido encontrarlo por una sencilla razón: el mejor suavizante para sus prendas lo tienen de puertas para dentro de su casa.

Ni los supermercados, ni las tiendas especializadas en ropa ni las lavanderías ni nada por el estilo. El mejor suavizante del mundo lo tienes en tu propia casa.

 En muchos productos, como por ejemplo las toallas, las bayetas o los trapos de limpieza, ya se recomienda que, al menos, en los primeros lavados no se utilice suavizante. Esto es porque se ha descubierto que no son tan efectivos como se pensaba.

Lo que sí que es efectivo es el suavizante casero con el que puedes devolverle a tu ropa el brillo y la intensidad que tenían el primer día que la compraste.

Aunque parezca imposible, esto se puede conseguir gracias a un suavizante casero que puedes hacer tú mismo. Solo te hacen falta 4 ingredientes... ¡Y hasta puedes escoger el olor!

Opción natural y ecológica

Los ingredientes de este suavizante casero son muy fáciles de encontrar: vinagre blanco, agua, bicarbonato y aceite esencial con tu olor favorito.

Estos son los pasos que debes seguir para conseguir tu suavizante casero:

  1.  En un recipiente de plástico diluye el agua y vinagre. Debes usar por cada dos medidas de agua, media taza de vinagre.
  2.  A continuación añade el bicarbonato. La medida aproximada debe ser una cucharada por cada medida de vinagre. Ojo al incorporarlo a la mezcla, hazlo poco a poco porque la reacción química provoca efervescencia.
  3.  Cuando la reacción haya finalizado remueve bien todo con una cuchara.
  4.  Es el momento de incorporar unas gotas de tu aceite esencial. El más usado suele ser el de lavanda ya que nos recuerda al “olor a limpio”, pero tienes una gran variedad.