En un esfuerzo por concienciar sobre la importancia del ejercicio en todas las etapas de la vida, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desvelado pautas específicas para diferentes grupos de edad. Hacer ejercicio regularmente se ha destacado como una piedra angular de una vida saludable, independientemente de cuántos años tengamos.
La OMS subraya que el ejercicio no es exclusivo de los jóvenes, sino que es esencial para todas las generaciones. La vida sedentaria se ha identificado como perjudicial, ya que con el tiempo, los músculos y los huesos pueden debilitarse, lo que aumenta el riesgo de enfermedades y atrofias.
Para aquellos mayores de 50 años, la OMS recomienda un mínimo de 150 a 300 minutos de ejercicio aeróbico moderado a la semana o un mínimo de 75 a 150 minutos de actividad aeróbica intensa. Seguir estas directrices puede ayudar a prevenir condiciones médicas como la hipertensión, el cáncer, la diabetes tipo 2 y, en última instancia, la mortalidad prematura.
Para los de más de 65 años
Para las personas mayores de 65 años, se aconseja un mínimo de 150 a 300 minutos de ejercicio de intensidad moderada o 75 a 150 minutos de actividad aeróbica activa a lo largo de la semana. Se hace hincapié en actividades relacionadas con la fuerza y el equilibrio para prevenir caídas y el deterioro óseo.
Incluso los más jóvenes no están exentos de estas recomendaciones. La OMS insta a los niños menores de 17 años a dedicar al menos 60 minutos diarios a ejercicios moderados o activos, como correr o andar en bicicleta. Estas actividades son cruciales para el fortalecimiento de los huesos y los músculos en desarrollo.
La OMS enfatiza que el ejercicio es una inversión valiosa en la salud a lo largo de toda la vida y que, independientemente de la edad, todos pueden beneficiarse de la actividad física regular.