Adiós a los idiotas: amplía tu vocabulario y aprende a insultar con estilo

Cagalindes, mamerto, tragasantos... olvídate del idiota de toda la vida y descubre la riqueza que esconde el castellano

Adiós a los idiotas: amplía tu vocabulario y aprende a insultar con estilo

Adiós a los idiotas: amplía tu vocabulario y aprende a insultar con estilo

Mamerto no suena igual que idiota, y significan lo mismo. Llamar hoy en día a alguien mamerto puede dejarle descolocado y hasta puede que le haga gracia. Sin embargo, emplear esta palabra hace siglos para referirse a alguien habría acabado en un duelo.

La forma de hablar ha ido cambiando con el paso del tiempo, y las palabras que se utilizaban hace siglos para expresar desprecio o enfado ahora pueden parecer extrañas o incluso divertidas. El castellano es un idioma rico en historia, y en esa historia se esconden insultos que hoy en día nos pueden resultar sorprendentes y que, con un poco de ingenio, puedes incorporarlas a tu día a día para ampliar tu vocabulario.

Del fantoche al bucéfalo: estos son algunos insultos antiguos

Fantoche y bucéfalo. ¿Te suenan estas palabras? Aunque hoy en día casi no se usen, estos insultos antiguos esconden un encanto especial. Aquí te dejamos algunas de las palabras antiguas que podrás utilizar para demostrar tu enfado:

  • Fantoche: persona extravagante, presumida y que suele vestir de forma llamativa y poco favorecedora. 
  • Petimetre: postureo profesional, alguien que se preocupa excesivamente por las modas y la apariencia.
  • Carcunda: retrógrado, con ideas anticuadas y que se resiste al cambio.
  • Crapuloso: sinvergüenza.
  • Mangurrián: persona tosca y bruta.
  • Cagalindes: cobarde.
  • Mamerto: tonto o tonta
  • Casquivano: persona que no se compromete en las relaciones amorosas, que va de flor en flor. 
  • Baldabragas: una persona sin energía, flojo y sin carácter. 
  • Tragavirotes: estirado, arrogante. 
  • Tragasantos: hipócrita, santurrón. 
  • Chiquilicuatre: se usa cuando quieres decir que una persona es poca cosa o desgarbada.
  • Mamacallos: tonto y pusilánime. 
  • Zurcefrenillos: insensato.
  • Bucéfalo: rudo, estúpido e incapaz. 

Incorporar estas palabras antiguas a tu día a día no sólo contribuirá a enriquecer tu vocabulario, sino que, además, captarás la atención de las personas con las que hablas.

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