¿Tu infancia influye en cómo eliges pareja? La psicología te explica por qué

Si siempre te atraen las mismas personas y tus relaciones no funcionan, el problema podría estar en tu pasado

Madre e hija abrazándose

Madre e hija abrazándose / Pexels

Las Palmas de Gran Canaria

¿Por qué sigues eligiendo parejas que no te priorizan? ¿Por qué aceptas relaciones en las que recibes un amor a medias? La respuesta, según la coach Marta Parella, podría estar en tu infancia, especialmente en la relación que tuviste con tu madre.

Cuando somos pequeños, nuestra forma de entender el amor y el afecto se construye con base a lo que vivimos en casa. Si creciste sintiéndote ignorado, si notaste que tu madre estaba presente solo a ratos o que sus problemas le impedían prestarte atención, es posible que hayas aprendido a conformarte con migajas emocionales. Sin darte cuenta, puedes haber interiorizado la idea de que no mereces un amor completo, sino solo el que “te sobra”.

Así, de adultos, tendemos a replicar esas dinámicas en nuestras relaciones amorosas. Si de niño no recibiste validación, puede que busques parejas que no te validen. Si aprendiste que para recibir amor debías hacer sacrificios, es probable que ahora aceptes relaciones en las que siempre eres tú quien da más.

Pareja de paseo, en una imagen creada a través de recraft.ai.

Pareja de paseo. / RA

¿Cómo saber si tu infancia está afectando tus relaciones de pareja?

Si te identificas con algunas de estas señales, es posible que tu historia familiar esté influyendo en cómo eliges pareja:

  • Te cuesta poner límites y sientes miedo a perder a la otra persona si dices lo que realmente piensas.
  • Siempre te enamoras de personas emocionalmente inaccesibles o que te hacen sentir que debes “ganarte” su amor.
  • Tienes miedo al abandono y prefieres aguantar relaciones que no te hacen feliz antes que estar solo.
  • Buscas la validación constante de tu pareja para sentirte seguro.
  • Repites patrones familiares, ya que has visto relaciones conflictivas en casa y ahora te encuentras en dinámicas similares.
  • Toleras lo intolerable aunque sientes que no eres feliz, te cuesta romper la relación.
  • Eres demasiado autocrítico y siempre piensas que el problema eres tú.

Sanar no significa perdonar, pero sí comprender

Muchas veces, no basta con darse cuenta de que algo no funciona. Se necesita un proceso de sanación y autoconocimiento para reconstruir la autoestima y aprender a establecer relaciones más sanas. Esto no significa culpar a nuestra madre o a nuestra infancia, sino entender cómo esas experiencias moldearon nuestra forma de relacionarnos y aprender a elegir diferente.

¿Cómo empezar a sanar?

  • Identifica los patrones: observa si repites dinámicas de tu infancia en tus relaciones actuales.
  • Refuerza tu autoestima: trabaja en tu amor propio para no depender de la validación de otros.
  • Aprende a poner límites: el amor no debe ser un sacrificio constante.
  • Busca ayuda profesional: la terapia puede ser clave para desmontar creencias limitantes y construir vínculos más saludables.
Tracking Pixel Contents