¿Sabías que Cupido tiene un hermano gemelo?
Si alguna vez te has sentido mal por no corresponder los sentimientos de alguien, quizás no haya sido solo tu conciencia, sino el dios del amor verdadero

Eros e Anteros (Camillo Procaccini) en el Museu Nacional de Belas Artes / Corazones inteligentes
Todos conocemos a Cupido o Eros, el travieso arquero que, con sus flechas doradas, unía corazones y encendía la pasión. Hijo de Venus, diosa del amor, la belleza y la fertilidad, y de Marte, dios de la guerra, su destino quedó marcado desde su nacimiento.
Júpiter, el padre de todos los dioses, sospechando el caos que aquel niño desataría en el mundo, intentó acabar con él, pero Venus logró esconderlo en los bosques, donde fue criado por fieras.
Allí creció y tiempo después, obtuvo su temido arco con dos tipos de flechas: las doradas, que despertaban el amor, y las de plomo, que sembraban el olvido y la indiferencia. Con ellas, Eros jugaba con los sentimientos de los mortales y a veces, con consecuencias crueles.
Anteros, el dios que castigaba el desamor
Lo que pocos saben es que Eros tenía un hermano gemelo que lo detestaba. Anteros, el dios del amor correspondido, representaba la otra cara de la moneda. Se le describía como un joven de cabello largo y alas de mariposa, pero su presencia era un recordatorio de que el amor verdadero no es solo deseo y flechazos al azar, sino reciprocidad.
Mientras Cupido es un símbolo universal del enamoramiento y la pasión, Anteros es el verdadero dios del amor, aquel que solo florece cuando se da y se recibe en la misma medida. El caos de las flechas de Eros y la ira de Anteros.

Tiziano derrocha lujuria en una exposición milagro en el Museo del Prado / LP/DLP
¿Por qué Cupido odiaba a su hermano?
El escritor y divulgador Pol Gise (@polgisemitologia en TikTok) explica en uno de sus vídeos por qué Anteros odiaba a su hermano. Y es que Eros no siempre hacía bien su trabajo, a veces disparaba solo una flecha, dejando a alguien profundamente enamorado sin ser correspondido.
O peor aún, jugaba con el destino, ya que lanzaba una flecha dorada (amor) a una persona y una de plomo (odio) a otra, creando un tormento insoportable. Aquí es donde entraba en juego Anteros. Su misión era castigar el desamor y hacer sentir el peso del rechazo a quienes lo causaban.
El dios que te hace sentir culpa por romper corazones
Si alguna vez te has sentido mal por no corresponder los sentimientos de alguien, si la culpa te ha hecho preguntarte si eres una mala persona, quizás no haya sido solo tu conciencia, sino como dice el tiktoker: "Anteros te susurra al oído: “Mira cómo lo haces sufrir, qué egoísta”.
Este dios olvidado aseguraba que quienes jugaban con los sentimientos de los demás sintieran en su propia piel el dolor que provocaban. Y así, mientras Eros disparaba flechas sin pensar en las consecuencias, Anteros observaba desde las sombras, exigiendo justicia en el amor.
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