¿Puede la inteligencia artificial ayudarte como lo haría un psicólogo?

Cada vez son más las personas que, ante un momento de angustia o bloqueo emocional, recurren a herramientas digitales en busca de consuelo o respuestas. Entre ellas, ChatGPT se ha convertido en un recurso accesible, inmediato y sorprendentemente elaborado.

Algunos le cuentan sus problemas, otros le piden consejos como si se tratara de un terapeuta virtual. ¿Pero hasta qué punto puede la inteligencia artificial acompañarnos emocionalmente? El debate, lejos de ser blanco o negro, abre una conversación necesaria sobre los límites del acompañamiento emocional digital.

Ni reemplaza, ni compite: simplemente es otra cosa

La psicóloga sanitaria Claudia Pradas (@claudiap_psicologia en TikTok) ha querido reflexionar en voz alta sobre esta tendencia creciente. A través de su propia experiencia y de los testimonios que ha encontrado navegando por internet, analiza qué ofrece realmente esta herramienta digital, qué le falta frente a un proceso terapéutico real, y por qué no deberíamos confundir una respuesta estructurada con un acompañamiento profesional.

“Estaba estos días navegando por la web y me encontré con el vídeo de un chico que decía que, cuando está agobiado o estresado, le manda un audio a ChatGPT contándole sus problemas, y que eso le funciona mucho”, explica Claudia en el vídeo que se ha hecho viral.

Su primera reacción no fue de alarma. “No voy a poner el grito en el cielo porque alguien acuda a la IA en busca de soluciones. Podríamos entrar en el debate de si eso es bueno, malo, moral o ético, pero no va por ahí”, aclara. Lo que sí puntualiza es que la inteligencia artificial ofrece algo que un psicólogo no debería ofrecer, es decir, una respuesta inmediata y aparentemente perfecta para aliviar un malestar concreto.

La diferencia entre respuesta y proceso

El gran matiz, según Claudia, está en entender qué es realmente una psicoterapia. “Un proceso terapéutico tiene un montón de elementos que la IA no puede ofrecer, aparte del obvio componente humano”, señala. Ir a terapia no es obtener una respuesta rápida, sino atravesar un proceso guiado, estructurado y adaptado al contexto de cada persona.

En una consulta psicológica hay una evaluación individualizada, detección de patrones, comprensión del entorno y una entrega progresiva de herramientas que requieren tiempo, vínculo y acompañamiento profesional.

“No les vamos a dar una respuesta concreta a un problema específico. Vamos a ayudarles a construir una mejor calidad de vida y salud mental”, resume.

“Ni es bueno, ni es malo”, concluye la experta. “Simplemente hay que ser conscientes de que una cosa es buscar a ChatGPT para una respuesta concreta y otra muy distinta es acudir a terapia”. Ambos pueden coexistir, pero no deben confundirse.

El auge de las consultas emocionales a la inteligencia artificial refleja una necesidad social real, buscar alivio, comprensión y guía. Pero, como recuerda esta profesional, el alivio inmediato no siempre implica una solución real ni profunda, y es importante seguir visibilizando el valor del acompañamiento humano en salud mental.