Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

PSICOLOGÍA

¿Habla siempre de sí mismo o cambia de tema sin aviso? Estos patrones pueden revelar falta de habilidades sociales según la psicología

La forma en la que una persona se expresa dice más de su mundo emocional de lo que imaginamos

Las habilidades sociales son fundamentales

Las habilidades sociales son fundamentales / LP/DLP

Johanna Betancor Galindo

Johanna Betancor Galindo

Las Palmas de Gran Canaria

Las habilidades sociales no solo nos ayudan a tener amigos o llevarnos bien en el trabajo. Son la base para expresar lo que sentimos, comprender a los demás y construir relaciones sólidas y sanas. Sin embargo, no todo el mundo desarrolla estas capacidades con naturalidad. Según diversos estudios en psicología, ciertas conductas en las conversaciones diarias pueden alertar sobre la falta de recursos para interactuar con los demás.

Las habilidades sociales se entrenan, pero cuando no se adquieren o se bloquean, la forma de comunicarse se vuelve "egocéntrica, evasiva o desorganizada”, explican desde el Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP). A veces son los pequeños gestos los que delatan una desconexión social más profunda: no hacer preguntas, interrumpir, o dar respuestas que no tienen nada que ver con el tema.

Conversaciones centradas en uno mismo

Cuando una persona habla sin parar de su vida, sus problemas, su trabajo o su opinión sin apenas mostrar interés por lo que dice el otro, estamos ante una señal clara. “Las personas que monopolizan el diálogo carecen de escucha activa, lo que genera un desequilibrio que impide la conexión emocional”, señala el IEPP. El problema no es hablar de uno mismo, sino no dar espacio al otro para participar.

Quejas constantes y tono negativo

Otro indicio claro es el discurso pesimista y repetitivo. Las personas con baja inteligencia social suelen centrarse en lo negativo, se quejan sin parar y rara vez aportan soluciones. Esta actitud puede estar relacionada con emociones mal gestionadas como la ansiedad o la baja autoestima, lo que acaba desgastando cualquier vínculo.

Cambios bruscos de tema

¿Alguna vez has estado contando algo importante y de repente tu interlocutor cambia radicalmente de tema? Este comportamiento, más habitual de lo que parece, refleja nerviosismo, falta de empatía o escasa preparación del discurso. Según la UNED, “romper la fluidez de una conversación sin aviso crea incomodidad e impide que se genere confianza”.

Falta de preguntas y retroalimentación

La ausencia de preguntas es una pista fundamental. Si alguien nunca te pregunta cómo estás, qué opinas o cómo te ha ido el día, probablemente no sepa cómo mantener una conversación. La comunicación se convierte en un monólogo, y eso limita la profundidad de la relación. “La validación del otro es esencial para el vínculo”, apuntan desde el Colegio Oficial de Psicología.

¿Se puede mejorar?

  • La habilidades sociales pueden entrenarse: y no hace falta ser un orador brillante para hacerlo. Estos son algunos consejos prácticos de psicólogos y preparadores emocionales:
  • Escucha activa: no solo oigas, escucha. Haz preguntas abiertas, muestra interés y evita interrumpir.
  • Evita el foco negativo: si vas a hablar de un problema, intenta aportar también una visión constructiva o una posible solución.
  • Sigue el hilo: no cambies de tema de forma abrupta. Relaciona lo que vas a decir con lo que acaba de comentarte la otra persona.
  • Busca ayuda profesional si lo necesitas: en centros como el IEPP o con psicólogos especializados en habilidades sociales, puedes aprender técnicas de role-playing, empatía, control del discurso y mejora de la autoestima.

En un mundo que cada vez exige más conexiones superficiales, recuperar la escucha y el respeto por el otro puede marcar la diferencia entre una conversación más y una relación real.

Tracking Pixel Contents