El “truco” de la lija de uñas para “revivir” pilas: qué hace de verdad, cómo hacerlo bien y qué riesgos tiene

Muchos tutoriales caseros aseguran que frotar los polos de una pila agotada con una lija de uñas “la recarga”. En realidad, no recargas la química interna: solo limpias la superficie metálica y mejoras el contacto eléctrico.

Eso puede dar unos minutos u horas extra en dispositivos de bajo consumo, pero no devuelve la energía original y, si la pila está realmente descargada, no hay milagro posible.

Al lijar el polo eliminas óxido y suciedad que aumentaban la resistencia de contacto, así el dispositivo aprovecha mejor el voltaje restante. No estás “recargando” nada porque las pilas alcalinas no se regeneran como las NiMH o las de litio, solo exprimes el poco energía que queda. Hazlo con suavidad, porque muchos polos van niquelados y si quitas ese recubrimiento el metal se oxidará más rápido.

Cómo aplicar el truco

1. Apaga y retira las pilas.
2. Revisa primero los contactos del dispositivo. A veces el problema está en el muelle o la pletina interior; límpialos también (alcohol isopropílico, goma de borrar, o lija suave).
3. Pasa la lija de uñas con suavidad por el polo de la pila. Un par de pasadas circulares basta. No profundices.
4. Elimina el polvo metálico. Sécalo con un paño o sopla; esos restos son conductores.
5. Coloca de nuevo las pilas, comprueba polaridad y cierre. Si siguen sin funcionar, están agotadas de verdad.

Lo que NO debes hacer

• No intentes “recargarlas” en un cargador. Los fabricantes lo prohíben: cargar alcalinas puede generar gas hidrógeno y provocar fugas o explosiones.
• No mezcles pilas nuevas y viejas en el mismo equipo. Aumenta el riesgo de pérdidas y sobrecarga de las más llenas.
• No uses lijas muy agresivas ni herramientas que perforen la envoltura. Si rompes el sello, el electrolito puede fugarse.

Cambiar de posición, hacerlas rodar o darles un leve golpe puede redistribuir internamente el electrolito o mejorar el contacto momentáneo, pero es un efecto pasajero.

Alternativas más seguras y eficientes

• Usa pilas recargables NiMH (Eneloop, etc.) con su cargador correcto y olvídate de “trucos”.
• Guarda las pilas bien: lugar fresco y seco, sin mezclar tipos ni dejarlas sueltas con objetos metálicos.
• Recicla las gastadas. Llévalas a un punto de recogida para evitar contaminación.

La lija de uñas no recarga una pila, pero sí puede limpiar el polo y darle un último suspiro en aparatos poco exigentes. Hazlo suave, evita dañarla y, sobre todo, no intentes recargar pilas desechables: el riesgo de fuga o explosión es real y los fabricantes lo desaconsejan. Mejor que un truco, la solución definitiva es pasarte a recargables y cuidar bien tus equipos y contactos.