Cuando Alessandro Cesario abrió su hotel hace tres años, su objetivo era crear un espacio cálido y elegante, en el corazón ultraurbano de Milán, centrado en el deporte, tanto en el diseño como en los objetos, sean copas, pelotas o raquetas. A pocos pasos del Duomo, en el distrito del diseño y del lujo, The Yard Milano rescata el placer del "descanso como en casa" sin renunciar a la exclusividad del servicio familiar.

A ello se añade la creatividad de Inkiostro Bianco, una joven empresa de diseñadores y artistas que el año pasado vistieron nuevos espacios del hotel donde conviven sus propietarios. El resultado es una decoración única con elementos de Louis Vuitton, Ralph Lauren o muebles con historia. Y si el visitante se encapricha, los puede adquirir. Puede comprar casi cualquier objeto de esta casa de huéspedes.

¿Cuál es su habitación?

Cada pieza es única y diferente de todas las demás. Los más pequeños detalles, la atmósfera de cada estancia, están inspirados totalmente en un deporte. Desde el golf a la esgrima, el polo, la caza, el rugby, el tenis, la vela... hasta 24 para elegir. La habitación más pequeña tiene 25 metros cuadrados. La mayor, 35 metros. Todo un lujo para soñar despierto.

El sabor del diseño

El bar integrado en el vestíbulo es una clara invitación al disfrute. Un espacio hecho a la medida del huésped que cambia su disposición según la hora del día. Puede ser un lugar ideal para tomar un tentempié, jugar al backgammon o tomar unos refrescantes cócteles hechos a medida con la ayuda del barman.