La vivienda amarrada frente al mar que aparece en las imágenes fue construida en 1968, en un entorno muy diferente al actual, testigo del proceso de transformación al que ha sido sometido por el boom turístico, al cual ha sobrevivido gracias a la profunda y meticulosa intervención a la que ha sido sometida por el Estudio de Arquitectura 3I5I3 Arquitectes, equipo formado por la arquitecta Antonia Pizá y los interioristas Ignacio López y Marga Fonollar, tras permanecer años abandonada y desprotegida frente a las inclemencias del tiempo. Las casas frente al mar sufren a veces en exceso y es importante un mantenimiento óptimo. Sólo algunas reparaciones puntuales mantenían su supervivencia, aunque sin comprender la esencialidad del proyecto para el cual fue concebida, claro ejemplo de arquitectura racional de la década de los 60.

En los planos originales del proyecto, que fueron recuperados como fase previa a la intervención, se aprecia un lenguaje que ya despuntaba una notoria influencia moderna y contemporánea, definiéndose como un proyecto "de escuela": limpio, claro y puro, todavía ajeno a las influencias locales mucho más tradicionales de la época, incluso nos atreveríamos a afirmar mucho más avanzado que algunos proyectos actuales, lo cual aporta el valor estético y artístico que merece.

Una vez estudiados los antecedentes, el reto del proyecto fue conseguir resucitar el proyecto original, despojando la casa de todos aquellos añadidos superfluos que enmascaraban su alma. Para conseguir el objetivo se ha sometido a una profunda e intensa operación de limpieza y vaciado, tanto material como conceptual, para recuperar la esencia y esplendor y conseguir que la vivienda volviera a levitar sobre el mar.

Espacios oscuros, pequeños, trituturados, tortuosos, degradados, decandentes.... definen el estado de la casa en el momento de recibir el encargo para su rehabilitación integral, notando a faltar un diálogo con el exterior, tan esencial para el solar.

Desde el primer momento se puso en marcha toda la maquinaria para la limpieza y saneado, conceptos que resumen el trabajo en que ha consistido la labor del arquitecto en esta obra.

En esta operación de saneado se incluye además la mejora de la eficiencia energética aprovechando todos aquellos elementos favorables del entorno: energía solar, reutilitzación de aguas grises, etc. Además de vigilar y supervisar que todos los equipos de instalaciones dispongan de alta rentabilidad energética.

Siguiendo en esta línea, cabe destacar la sustitución de todas las carpinterías, in-corporación de aislamiento térmico en las envolventes (fachadas y cubiertas) e instalación placas solares en cubierta para el suministro de agua caliente de la vivienda y piscina. Actuaciones por otro lado obvias e imprescindibles para cualquier intervención que se realice hoy en día para lograr el confort exigido.

Se ha respetado prácticamente la distribución original de la vivienda, añadiendo solamente algunos detalles para enfatizar su posición y aumentar así la visibilidad, buscando la esencialidad con ese lenguaje desnudo cuyo eje central gira en torno al mar, recuperando el constante y armonioso diálogo con el exterior.

El acceso a la vivienda se produce a través de la planta noble, tal y como se concibió en el proyecto original, con un amplio y único espacio abierto donde se disponen las piezas diurnas del programa: cocina-comedor y sala de estar, vinculadas a una amplia terraza exterior con balcón flotando sobre el mar.

De modo más privado, se dispone en un lateral la habitación principal (con amplio vestidor y baño) que comparte con el salón la terraza principal, fusionando todos los espacios exteriores e interiores con un único pavimento buscando ese vínculo directo con la naturaleza del lugar.

En la parte posterior aparece otro amplio dormitorio con baño y terraza exterior abierta al mar de forma más privada.

El programa de la vivienda contiene en la planta inferior, a nivel de la piscina, dos dormitorios dobles con vestidor y baño incluidos, y en la terraza de la cubierta se dispone un porche barbacoa con zona de estar a modo de chill out más exclusivo.

Las fachadas muestran esa piel blanca rematada por la piedra arenisca diseñada en su origen para enfatizar la estructura ósea de jácenas y pilares sobre la que se dispone sinuosamente sobre el mar.

Los espacios exteriores también han sido rigurosamente estudiados para ir creando pinceladas de colores sobre el blanco en constante diálogo con la casa y su entorno, consiguiendo que la casa renazca de nuevo y con más fuerza sobre el mar.

La rehabilitación integral del conjunto ha sido llevada a cabo gracias al trabajo y esfuerzo de La Llave Mallorquina en colaboración con la experiencia de los instaladores Lirola&Jijón; todos ellos bajo la supervisión del project manager Dennis de HYPERLINK.