Seguramente alguna vez has sufrido un accidente que ha dejado su huella imborrable sobre la tapicería de tu sofá o sobre la alfombra del salón. La situación empeora cuando adviertes que son superficies que no puedes meter en la lavadora sin más. No siempre el sofá es desenfundable ni tu lavadora tiene capacidad para albergar una alfombra de gran tamaño. En estos casos, lo mejor es realizar un tratamiento localizado. Aquí te explicamos cómo.

Manchas en la tapicería

Sobre todo si desconoces el origen de una mancha que se ha instalado en la tapicería de tu sofá, diluye dos o tres cucharadas de percarbonato de sodio en un litro de agua, humedece un paño en la mezcla y aplícalo sobre la mancha. Tienes que dejarlo actuar sin frotar durante 15 minutos. Pasado este tiempo, aclara la zona tratada y déjala secar.

Manchas de mantequilla y cera

La mayoría de las veces sí que conoces el origen de tus manchas. En estas ocasiones, lo más recomendable es usar un producto específico de los muchos que hay en el mercado para levantar la mancha y ten en cuenta la superficie sobre la que se va a actuar. No es una cuestión baladí, del mismo modo que no es lo mismo el lino que la lana. De todas formas, si quieres ahorrarte unos euros, puedes tirar de productos básicos de limpieza, de los que tienes probablemente en tu armario de las escobas. Por ejemplo, si lo que quieres es quitar una mancha de mantequilla o cera de vela de una alfombra vegetal, mezcla en un vaso una quinta parte de jabón neutro, un chorrito de amoniaco y el resto de agua tibia. Aplica esta emulsión frotando sobre la zona manchada con ayuda de un paño hasta que no quede huella del lamparón. Esta solución para tu alfombra vegetal también vale para un mantel, una cortina de fibras vegetales o ese sofá tapizado con tela.

Manchas de barro

Ahora que estamos en otoño es previsible que llueva más y que vayas dejando al caminar depósitos de barro sobre todo en tus suelos y alfombras. Y si no tú, que pones especial cuidado en no manchar, sí tus mascotas. ¿Cómo evitar que tu perro o tu gato pise tu alfombra con las patas embarradas? Misión imposible. Por eso, te conviene saber que una regla básica para la limpieza de las manchas de barro es esperar a que este se seque. Entonces puedes rasparlo y eliminarlo completamente, para evitar que cualquier tratamiento posterior genere más barro. Con todo, sobre la superficie donde estaba aún se aprecia la huella de la mancha, ese cerco que oscurece tu linda alfombra o la tapicería de esa silla o sofá que tanto te gusta. Para quitar este cerco, aplica con un paño un poco de agua con amoniaco y frota hasta que desaparezcan. Luego deja secar y ya está.