Muchas veces tenemos los electrodomésticos en casa como si fueran elementos de paso. Es cierto que los utilizamos diariamente y, quizás, esta condición de rutina que tienen estos objetos no nos deja pararnos a pensar cómo podemos aprovechar al máximo las bondades de cada uno de ellos.

Un ejemplo de este tipo de electrodomésticos es la lavadora. Tiene decenas de programas pero nosotros preferimos quedarnos con el que sea más rápido para poder seguir con nuestros quehaceres del día a día.

Pues justo la lavadora es uno de los objetos del hogar a los que más partido se le puede sacar. ¿Sabes cómo hacerlo?.

Si quieres cambiar tus hábitos de cara a este importantísimo artilugio, te desvelamos 3 sencillas recomendaciones para que le saques el máximo partido a este electrodoméstico.

Ropa perfecta

Si aplicas estos consejos, la ropa te va a quedar más limpiar que nunca:

1. Usar bien la lavadora

Si tienes alguna duda o quieres un cuidado especial para una de tus prendas, no estaría de más desempolvar el manual de instrucciones, lo que nos permite entender y optimizar la lavadora. Comprender para qué sirve cada programa nos permitirá explotar al máximo todas las capacidades que nos ofrezca.

Para que te dure mucho más tiempo, te aconsejamos limpiar la lavadora una vez al mes, incluyendo los compartimentos del detergente y el suavizante. También habría que limpiar la puerta y las piezas de goma con algún producto no abrasivo.

Suele ser recomendable dejar correr un ciclo con el bombo vacío, sin ropa en el interior y con agua caliente. 

2. No cargar el tambor en exceso

Para conseguir que los resultados sean excelentes, no cargues la lavadora en exceso. Si se pone demasiada ropa el tambor no podrá girar adecuadamente y puede que no funcione al cien por cien.

Si llenamos la máquina con prendas pequeñas, puede también perjudicar al balance del tambor, por lo que es positivo mezclar ropa de diferentes tamaños, introduciendo, por ejemplo, alguna toalla. Lo mismo ocurre si solamente lavamos una manta enorme o un edredón.

3. Comprobar si existe alguna fuga de agua

Normalmente las fugas suelen verse rápidamente porque salen al exterior y dejan charcos de agua, pero hay veces que la fuga puede ser menor y pasa desapercibida. Por ello, es bueno revisar las mangueras.

Si encontramos un error sencillo de solventar, como un mal ajuste, podemos arreglarlo nosotros. Si por el contrario percibimos algo más complejo, lo más conveniente es llamar a un técnico.