Las cebollas, esas hortalizas que nos hacen llorar cuando las picamos, son más que un simple ingrediente o condimento para nuestros platos. La cebolla es un alimento versátil, un auténtico superalimento que posee cualidades antibióticas, desinfectantes y antioxidantes, además de anticancerígenas. Sus mismas propiedades desinfectantes y antioxidantes la convierten en un producto multiusos, que puede servir para reemplazar en el hogar muchos químicos que se venden en el mercado, lo que las convierte en una opción más económica y amable con el medio ambiente.

Estos son varios de los usos que les puedes dar y que quizás no conocías:

Limpiador de sartenes y parrillas

Para remover las quemaduras de las parrillas, sartenes y demás artefactos de la cocina, aprovecha las propiedades de este alimento. Todo lo que tienes que hacer es partir una cebolla por la mitad, pincharla con un tenedor y frotarla sobre los utensilios que quieras limpiar. Luego, retira los excesos con un paño húmedo. Conseguirás mantener la grasa, la suciedad y los malos olores a distancia.

Repelente de insectos

En lugar de utilizar insecticidas tóxicos y perjudiciales para tu salud y el de tu mascota, usa la cebolla. Al parecer, el olor fuerte de esta hortaliza es desagradable para los mosquitos, las hormigas y una amplia variedad de insectos que invaden el jardín. Llena un plato con cebollas picadas y colócalo en el camino de estos bichos. También puedes rallar una cebolla, dejarla en remojo (en agua caliente) toda la noche, verter el líquido en una botella con spray y rociarlo.

Quitar óxido

Los elementos de hierro se pueden deteriorar por la acumulación de óxido. Para restaurarlos, frota las hojas de metal de los cuchillos o tijeras oxidadas con una cebolla y después aplícales un poco de grasa. Una vez que las limpies con un paño, la hoja estará libre de óxido.

Hacer colorante natural

¿Sabías que la piel de las cebollas amarillas pueden servir como colorante natural? Es muy sencillo de hacer. Introduce las pieles en agua hirviendo durante unos 30 minutos, o hasta que el color de las pieles se vuelva traslúcido. Escúrrelas, deja que el agua se enfríe y ¡voila! Tendrás colorante casero en tonos naranja-amarillo.

Quitar el olor a pintura

Si acabas de pintar una habitación, quizás una ventana abierta no es suficiente para deshacerse de ese desagradable olor a pintura. Pero no te preocupes porque, en estos casos, la cebolla es mano de santo. Pon trozos de esta hortaliza en un bol con agua y los gases de la pintura serán absorbidos en unas pocas horas.

Limpiar zapatos

Se acabó el tener que frotar la suela de los zapatos en la hierba para eliminar la suciedad de barro o la caca de perro. Corta una rodaja de cebolla cruda y frótala un par de minutos. A continuación, retira el exceso con un paño húmedo y aplícales un poco de jabón si lo consideras necesario.

Eliminar manchas

¿Sabías que la cebolla funciona de forma similar al peróxido de hidrogeno? Este alimento tiene la capacidad de penetrar en los tejidos sin afectar a la prenda; por eso, si tienes manchas de sudor o quemados en la ropa, la cebolla puede ser un gran aliado. Ralla un cuarto de cebolla y frótala de manera directa sobre la marca. Deja que repose 10 minutos y enjuágala en el ciclo de lavado habitual.

Trata las quemaduras superficiales

El primer contacto de la piel con el sol en un día de playa puede provocar quemaduras en la piel. Para evitar infecciones frota un poco de cebolla fresca sobre la zona afectada. Sus compuestos azufrados aceleran su regeneración y disminuyen la sensación de ardor y enrojecimiento.