Devuelve el blanco a las paredes de tu casa de forma rápida, barata y sin pintar

Con este truco eficaz olvídate de tener que poner patas arriba tu hogar, solo te hace falta tres materiales que seguro que tienes en tu propia casa

Con el paso de los años, las paredes de nuestra casa pierden ese blanco reluciente que hace que la estancia se vea más bonita. Además, en el día a día se producen roces o pequeños golpes que ensucian y dejan marcas en nuestras paredes. Pero existe un sencillo truco de limpieza que harán tus paredes nuevas con tres productos que seguro tienes en tu casa. Te contamos cómo. 

Pensar en ponernos a pintar la casa da dolor de cabeza, por el precio y por el gran esfuerzo que supone tener que cubrir todos los muebles, retirar todos los cuadros, comprar los materiales necesarios y poner patas arriba nuestra casa. 

Una mancha en la pared es lo primero que se ve, los ojos te llevan directamente a ella, sin importar lo limpia que tengas el resto de la casa. Las paredes blancas son las más típicas en España, pero el tiempo hace que pierdan brillantez y el blanco se va volviendo amarillento. 

Devuelve el blanco con tres productos

Si empiezas a pintar tu hogar vas a necesitar nuevos productos que seguramente no tengas en tu casa, por lo que te va tocar ir a una tienda para comprar botes de pintura y cepillos. Si no tienes tiempo ni dinero, puedes probar este sencillo truco, solo vas a necesitar agua, lejía y un trapo para frotar. 

Coge un pulverizador y añade el agua con un chorro de lejía, cuidado en no pasarte porque es corrosiva. Si quieres que tus paredes se vuelvan más blancas añade unas gotitas de pintura blanca que tengas por casa para que la mezcla sea más potente.

Aplicalo en la pared

Con la mezcla preparada, añádela sobre el trapo con el que vas a frotar la suciedad, no directamente sobre la pared para evitar que las gotas provoquen otras manchas. Con el paño empapado frota las marcas de la pared, verás como desaparece de forma inmediatamente. Gracias a la lejía, también estarás aplicando un proceso de desinfección de las paredes de tu casa. 

Cuando se haya secado, la pared volverá a estar blanca como al principio, sin marcas negras ni manchas llamativas. Repite el proceso en todas las zonas que quieras que se vuelvan blancas. Este sencillo truco dará a tu casa un aspecto rejuvenecido.