Son las 22.30 de la noche, finalmente conseguimos hacer Facetime. Una en París y la otra en Madrid. Nos conectamos y le pregunto: -¿Estás comiendo una hamburguesa? -Ursu se ríe. Siempre que hablamos por Facetime la pillo comiendo una hamburguesa, jajajá. ¡Qué bien empezar con risas, porque justo me había comentado antes que estaba bastante triste y con la lagrimita en el ojo: -¡Bufff! ¡Tengo un bajón! -¿Y eso? -pregunto.