Tienen tan sólo cinco y cuatro años, pero no son unas niñas como las demás. Las pequeñas Leonor y Sofía, hijas de los príncipes de Asturias, reciben clases de inglés y siguen una exhaustiva y disciplinada educación que incluye clases de chino, inglés, gallego, euskera y catalán. También se las instruye en Historia de España y de los Borbones y dicción y oratoria en el caso de Leonor, por ser heredera al trono. Su madre Letizia les ha prohibido llorar en público y aceptar regalos.

Ser infanta de España no es tan fácil como parece. Son revelaciones de un reportaje de Vanity Fair, con muchas curiosidades de la vida cotidiana de las hijas de los príncipes de Asturias y del que la Casa Real se niega a hacer comentarios. Las infantas no rechistan ni lloran en público, como sí se ha visto hacer a algunos de sus primos, como Felipe Juan Froilán.

Además de estudiar chino y de reforzar en casa el inglés, las infantas hablan en este idioma con su abuela Sofía, ven películas en versión original (se les ha fotografiado en varias ocasiones junto a sus padres, aficionados a este tipo de cine) y cantan canciones en catalán (que su tía Telma, hermana de la princesa, les ha enseñado).

El uso de las nuevas tecnologías, la cocina y el respeto máximo por la naturaleza son otras de las disciplinas que tanto a la Princesa Letizia como el Príncipe Felipe tienen bien presentes en su educación.

Además, doña Letizia también les ha instruido sobre cómo deben controlar sus emociones para que el día de mañana sean capaces de sobreponerse a los problemas cuando cumplan la mayoría de edad. Ya se publicó que la experiodista había consultado con Rocío Ramos Paul -la Supernanny de Cuatro- acerca de la educación de sus hijas. Y que ésta supuestamente le había dicho que quizá era excesivamente estricta al no permitirles comer dulces y chucherías excepto en ocasiones muy contadas, lo que le valió a la princesa el sobrenombre de Señorita Rottenmeier.

Leonor y Sofía acuden al mismo colegio en el que cursó sus primeros estudios su padre el príncipe Felipe, el Santa María de los Rosales. Sin embargo, según la revista, la princesa está buscando un centro educativo más exquisito para sus pequeñas y que el actual no le termina de gustar y cree que son mejores los elegidos por sus cuñadas las infantas Cristina y Elena.

Eso sí, según el autor del reportaje, los príncipes quieren que sus hijas vivan la realidad, no les gusta que nadie se dirija a ellas como altezas.

El reportaje ofrece también algunos detalles sobre la vida personal de la familia de los Príncipes de Asturias, como el último cumpleaños de don Felipe, en el que su hija Sofía le regaló un iPod con una lista de reproducción de música en la que no faltaba el himno español. No es la primera vez que la revista Vanity Fair publica informaciones muy internas de la Familia Real española. Ya llevó a los príncipes Felipe y Letizia a portada asegurando que estaban preparados para reinar e incluyendo detalles muy personales, aunque la Casa del Rey no confirmó, por supuesto, que el reportaje tuviese su beneplácito e incluso su colaboración.