La vida de Amaia Romero (Pamplona, 1999) cambió radicalmente al salir de Operación Triunfo pues desde entonces todos sus movimientos se miran con lupa, desde lo que dice hasta lo que lleva en el carrito de la compra, por eso a veces siente que se le puede hacer "un poco grande todo".

No es de extrañar, ya que la joven, con tan solo 21 años, ha logrado ganar un programa de televisión, ha sacado su primer disco, representado a España en Eurovisión, actuado en el Teatro Real y, por si fuese poco, el pasado 1 de mayo estrenó el documental 'Amaia: Una vuelta al sol' en Amazon Prime.

"Creo que nunca me lo habían dicho así tan directo", asegura la pamplonesa en una entrevista con EFE, que cuenta que es verdad que "han pasado muchísimas cosas en muy poco tiempo" y que es "bastante impactante verlo desde fuera en un documental" que ha conseguido resumir en 50 minutos más de 200 horas de grabación.

Para entender cómo Romero ha llegado a convertirse en un ídolo de masas debemos retroceder hasta 2012. "Te juro, Amaia, que te estoy haciendo el favor de tu vida", pronunció una premonitoria Mónica Naranjo. "Si ahora mismo haces una pausa en el camino y lo retomas dentro de unos años, entonces volarás".

Ocho años después, su nombre ya forma parte del prestigioso firmamento musical de este país. Sin embargo, la cantante prefiere mantenerse con los pies en el suelo. "Yo me siento la misma persona, no siento que sea idolatrada", manifiesta.

Su talento es algo tan innato que ni siquiera ella misma es capaz de descifrar cuáles son los ingredientes que componen ese aroma tan especial que impregna su música. "Siempre lo he hecho así, me gusta muchísimo cantar", cuenta.

Las canciones y las películas de Marisol fueron las que le motivaron a ello y por eso significan "muchísimo" en su vida. "Yo empecé a cantar por ella desde muy pequeña. Es mi mayor influencia", asegura, por lo que una de las cosas que "más le han emocionado" fue cantar en la gala de los Goya homenajeando a Pepa Flores.

"Me acuerdo que cuando me lo propusieron no me lo creía, me pareció un sueño y me hizo muchísima ilusión", relata Romero, que se muestra agradecida de que todos en la familia de Flores, en especial sus hijas, le "trataron genial".

La gestación de este trabajo discográfico es uno de los núcleos que componen el documental, dirigido por Marc Pujolar y producido por Vampire Films y Universal Music, que además tiene como subtramas una profundización en su vida personal e independiente en Barcelona, compaginada con sus estudios de piano.

"He aprendido a confiar en mí misma más que antes", dice a riesgo de que pueda parecer un "tópico", pero con la sensación de haber "evolucionado mucho en ese sentido", ya que al principio admite que no se sentía "cómoda" en su nuevo papel de líder al frente de unos músicos profesionales.

El tiempo también le ha enseñado a valorar más su hogar: Pamplona, algo que admite que le da incluso "rabia" porque cuando está "en casa" siente que está "segura", "protegida" y convencida de que "ahí no puede pasar nada malo" al haber pasado allí toda su infancia y haber sido "feliz".

Ahora se encuentra confinada a cientos de kilómetros de allí: en Barcelona, "intentando hacer cosas que se alejen del estilo" de su primer disco para "que se vea una especie de evolución" en su nueva música, que anuncia que ya ha comenzado a "idear" y "componer".

Por eso, prefiere "no pensar mucho" en la incertidumbre que rodea al futuro de la industria musical y "seguir avanzando" con el de su propia carrera, de la que solo hemos visto la primera "vuelta al sol" pero ya deja vislumbrar el prometedor universo que todavía está por llegar.