El estado de salud de Julián Muñoz ha sido un tema candente durante los últimos años; el acusado por el Caso Malaya lleva desde 2006 arrestado por varios delitos de cohecho, malversación de fondos públicos y prevaricación urbanística relacionada con la concesión de licencias ilegales durante los Gobiernos Municipales del GIL, pero en 2013, cuando ya se encontraba en libertad, fue acusado de nuevo por delitos de fraude y prevaricación.

Sus enfermedades han sido el mecanismo por el que Julián Muñoz ha exigido la libertad desde hace tiempo, y la Audiencia Nacional por fin le ha dado la razón: "el penado presenta una pluripatología grave e incurable, a la cual se añade la afección oftálmica que ahora padece y que también es incurable". Dolencias que provocan que el acusado pueda salir en libertad acogiéndose al artículo 196 del Reglamento Penitenciario, el cual permite a presos de entre 70 y 80 años estar fuera de prisión a través de la libertad condicional si padecen enfermedades incurables.

En concreto, el informe médico habla de estas patologías: "cardiopatía isquémica-hipertensiva, diabetes mellitus tipo I, dislipemia, arteriopatía sistémica, insuficiencia venosa, hipoacusia bilateral, adenoma de próstata, artrosis cervical, ictus sin secuelas neurológicas y aneurisma de aorta". Tras un análisis a conciencia de todas ellas, la Audiencia Nacional ha decidido conceder al polémico ex político la libertad condicional.