Hace unos meses, la presentadora Himar González, pasó por uno de los momentos más difíciles de su vida debido a su estado de salud. La meteoróloga grancanaria se despertó una mañana con fiebre alta, dolores y temblores por todo el cuerpo y acudió al hospital, donde estuvo ingresada más de diez días.

"Tuve septicemia, una infección que una vez que pasa a la sangre es muy peligrosa porque en 48 horas aproximadamente, si no te pones en tratamiento, te despides de este mundo", aseguró para la revista Semana.

Esta dolencia le pilló en plena pandemia por coronavirus, un hecho que complicó todavía más su situación, como ella misma reconoce: "Estábamos en una época un poco fastidiada, era la segunda ola del coronavirus, por lo que era aconsejable no acudir a urgencias porque todavía la situación no estaba muy bien".

Pese a esto, los 40 grados de fiebre que alcanzó le hicieron preocuparse, optando por ir a Urgencias al no lograr bajar su temperatura de ningún modo: "La doctora me auscultó un poco, me puso unos antibióticos y me hizo unos análisis. No me dijo lo que era y luego ya salió un poco de todo porque estaba muy mal, la sangre la tenía muy mal", recuerda Himar. "La septicemia al final te afecta a todos los órganos y te paraliza. Me dijeron que llego a ir 24 horas más tarde y no podrían haber hecho nada por mí", asevera la presentadora, que comenta también las secuelas de esta complicada enfermedad y lo positivo que sacó de este trance: "Tuve una caída brutal de cabello, brutal. ¡Casi me quedo calva! Recuerdo a mi peluquero de Antena 3 quedarse con mechones enteros de pelo en la mano. Para mí fue un recordatorio más de que estamos aquí, de que hay que vivir el hoy porque el mañana no se sabe", concluye la presentadora del Fin de Semana de Antena 3.