Después de enfrentarse en 260 programas al Rosco de 'Pasapalabra', y estar 12 veces a una palabra de conseguirlo, Pablo Díaz se lo llevó por fin este jueves. Y no sólo ganó él, ganó el mensaje de que con esfuerzo y estudio un joven de 24 años ha podido lograr su meta. Aunque él dice que no es su intención dar lecciones, apunta maneras de 'influencer'. Pero de los buenos. Aparte de los 1.828.000 euros de 'Pasapalabra' se lleva un futuro como 'streamer' y el amor. Sobre todo el amor.

Cuando le faltaban tres preguntas para completar el Rosco empezó a hiperventilar. ¿Tan seguro estaba de que lo tenía?

Dudas hasta como te llamas. Pero cuando escuché la v en la primera vuelta, calculé que era la palabra difícil, pero cuando la acerté pensé que es posible que este Rosco lo tengas. Pero última pregunta, la de dux, pero tuve dudes es la de las fáciles difíciles, que digo yo. Dudaba entre exarca, que es algo parecido y dux. Lo mismo me pasó con capo, que podía ser cabecilla. Pero si, pensé: yo creo que lo tengo.

¿Y cómo vivió ese momento en que le abraza Roberto Leal emocionado?

Fue un momento mágico. Ese subidón de adrenalina creo que no lo voy a vivir en mi vida. Me quité un peso de encima y después de tantos años de estudio consigues el objetivo final. Fue muy emotivo ver al equipo felicitándome, llorando. Ese momento lo tengo grabado en mi mente. 

¿Y qué se le pasaba por la cabeza en ese momento hasta que el presentador dijo que había acertado?

Muchas cosas. Primero que has fallado. Luego se te vienen a la mente muchas personas. La gente que me ha apoyado. Es un momento de mucha tensión. Creo que no me he puesto más nervioso en mi vida. Pero cuando se sabe es una gozada.

¿Y pensó en su abuela Conchita?

Sí. Fue una de las personas que me animaron a concursar, porque lo veía con ella. Pero también en mis padres, mi amigo Pablo, mi novia Marta...

Se ha llevado el tercer mayor bote de la historia de 'Pasapalabra', pero ha batido varios récords: 260 programas de permanencia, 84 duelos con un concursante… ¿Cómo ha vivido esos hitos?

Están muy bien, pero solo como anécdota. Estoy contento, pero no le doy tanta importancia. Me he quedado más con la experiencia. No iba buscando récords.

Demuestras que aprender es divertido, un gran ejemplo cuando en España hay un 16% de fracaso escolar.

Lo más importante es que se inculque desde los 0 a los 3 años a amor por la curiosidad y querer aprender cosas por el mundo. Eso es lo más importante. No es tanto la educación reglada, que por supuesto es importantísima, pero se pueden corregir muchas cosas. Igual no es tan importante aprenderse la lista de los Reyes Godos. Eso solo sirve para Pasapalabra. Te aprendes el diccionario e igual ganas un millón de euros. Pero a lo mejor la enseñanza memorística no sirve para nada. Me parecería interesante que se pudieran copiar de otros modelos educativos del norte de Europa, donde están más centrados en la curiosidad del niño por aprender y hacer actividades prácticas. Pero eso empieza en casa. Yo les agradezco a mis padres, que me han inculcado la pasión por aprender. Es una simbiosis entre la educación de los padres y la educación reglada. 

Apunta maneras de referente de la educación, de 'influencer'. ¿Cómo lo valora?

No es mi intención ser referente ni educar a la gente. Yo hago lo que me gusta, y estudio, hago streamer y toco el violín. Si le gusta lo que hago a la gente, bienvenido sea. Pero si a alguien no le gusta estudiar no quiere decir que sea una persona menos válida. Me encanta que la gente se interese. Pero mi intención no es dar lecciones.

¿Cómo ha vivido la repercusión que ha tenido su paso por el programa en las redes?

Agradezco al programa la oportunidad que me ha dado de poder trabajar en lo que más me gusta, que es ser streamer. Me apasiona. Me encantaría que mi principal fuente de ingresos fuera hacer streaming. Tocando el violín, jugando a videojuegos... Estoy muy agradecido. Un programa de máxima audiencia hace que puedas vivir de ello. Las redes tienen su parte buena, pero también otra más tóxica. En general, cuando se trata de figuras públicas con cientos de miles de seguidores siempre hay una parte que te idolatra y 'haters' que te odian. Pero el 98% es gente más neutra. Esos extremos son muy residuales, pero hacen muchísimo ruido

Cuando tuvo que abandonar 'Pasapalabra', en 2017, porque su contrincante se llevó el bote. ¿Pensó en tirar la toalla?

No. Era mi primera participación y no lo pensé. Y pensé que era probable que me llamaran otra vez para un especial. Por eso seguí estudiando. La segunda vez, en 2018, también me fui a mi casa. Había estado estudiando tres años. Y me quedé con Roscos de 23, 24 y 23 (se completa con 25). Siempre he tenido una mentalidad anclada en la tierra. No voy a vivir el pasado, sino disfrutar lo que pasa en el presente. 

¿Ha pensado en hacerse profesional de los concursos?

No soy Javier Dávila, que es una persona increíblemente culta. De hecho es centenario en ‘Saber y ganar’. Pero yo no tengo ese perfil. Yo lo consigo si estudio mucho. En ‘Saber y ganar’ no haría un papel tan bueno. Lo haría muchísimo peor que Javier.

No solo se ha llevado una pasta, también el amor. Con usted no se cumple eso de eso de afortunado en el juego, desafortunado en amores.

Pues sí. Conocí a Marta hace años porque la seguía en Youtube, ya que ella es músico también. Pero este año fue a Pasapalabra a grabar una ‘silla azul’ y nos conocimos en persona. Y fue un flechazo. Es una persona maravillosa. Pasapalabra me ha dado eso también. En realidad me llevo antes eso que el bote.