Carla Barber ha anunciado a sus pacientes y seguidores la determinante decisión que se ha visto obligada a tomar por prescripción médica a pocas semanas de convertirse en mamá por primera vez.

La doctora grancanaria se encuentra inmersa en mil asuntos que necesita que estén perfectos ante la llegada de su primer hijo, al que cariñosamente llama como 'Little B', para mantener la incógnita sobre el nombre del bebé.

Sin embargo, pese a que la 'reina del pinchi-pinchi' quiso mantener este secreto hasta el final, la ilusión le pudo y pudimos saber cuál será el nombre de su primer retoño gracias a una pista (no sabemos si intencionada o no) que la propia Carla dejó en sus redes sociales.

Además, otra de las grandes preocupaciones de la sanitaria grancanaria es que su impresionante palacio valorado en 9 millones de euros esté listo en los próximos días ya que, como ella misma ha respondido en sus habituales preguntas y respuesta de Instagram con sus seguidores, tiene pensado dar a luz en Madrid y establecerse en su nuevo hogar desde que nazca su hijo.

Durante su embarazo, a través de sus redes en las que está a punto de alcanzar el millón de seguidores, Barber no ha parado de trabajar y de volar entre Madrid y Gran Canaria, aunque también ha sacado tiempo para visitar otras islas del archipiélago como Fuerteventura, en donde se sacó unas espectaculares fotografías que ella misma compartió en internet.

Ahora, la tambien ex concursante de Supervivientes ha anunciado en sus redes sociales que, por recomendación de su ginecólogo, debe tomar una decisión por el bien de su salud y la del bebé que espera.

Calma ante su nueva vida

Ha sido la propia Carla Barber la que ha comunicado la noticia a sus seguidores y seguidoras de Instagram para que entendiesen el motivo por el que, en estos meses, habrá cambios significativos.

"Estoy viendo pacientes de revisión. Antes de darme de baja necesitaba verles sí o sí. No atiendo primeras consultas. Después de lo que me dijo el ginecólogo, de bajar el ritmo, hemos movido pacientes que tenían cita conmigo por primera vez a otros doctores de la clínica, porque yo no voy a poder", explicaba apenada la grancanaria.

"Este año, en principio, ya no voy a coger más primeras consultas. No voy a atender más gente. Voy a trabajar con mis pacientes de siempre", zanjó.

Sabedora de que esta decisión no iba a gustar a todo el mundo, la doctora pidió "compresión y respeto" y adelanto que no será hasta 2023 cuando vuelva a abrir su agenda para conocer a sus nuevos pacientes.