Después de que los doctores mostraran "preocupación" por su estado de salud, a las 18.30 horas de la tarde del pasado jueves 8 de septiembre el Palacio de Buckingham confirmó la peor de las noticias: la Reina Isabel II había muerto.
"La Reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde". Con este escueto pero demoledor comunicado, el equipo de la Casa Real británica confirmaba el fallecimiento de la monarca a los 96 años de edad tras pasar más de 70 años de reinado.
Toda la familia real británica está devastada tras la marcha de la querida monarca, al igual que lo está el Reino Unido, nación que ha sentido como si de una familiar más se tratase la muerte de la reina.
Sin embargo, como se ha podido ver, la maquinaria real no podía pararse y ya se ha hecho la proclamación de Carlos III como rey del país después de que el hijo de la Isabel II divulgase un emotivo comunicado para homenajear a la figura de su madre. "La muerte de mi querida madre, su majestad la reina, es un momento de gran tristeza para mí y para todos los miembros de mi familia. Estamos inmersos en un profundo luto por una muy querida soberana y una madre muy amada. Sé que su pérdida será profundamente sentida a lo largo y ancho del país, los reinos y la Commonwealth y por innumerables personas de todo el mundo. Durante este período de luto y cambio, a mi familia y a mí nos consolará y sostendrá saber el profundo respecto y afecto con el que la reina era ampliamente considerada", rezaba el texto.
Sin embargo, hay otras figuras en la vida de la monarca que han sido fundamentales en la vida de Isabel II: sus cuatro mascotas. Muick y Sandy, un dorgi llamado Candy y un cocker que acompañaron a la reina hasta sus últimas horas.
La gran duda que giraba ahora en torno a los perros de la reina era quién iba a encargarse de ellos y la incógnita ha sido desvelada.
La última voluntad de la Isabel II
Según ha publicado el tabloide británico The Sun, las mascotas de la reina ya tienen definido su próximo hogar.
En el caso de Muick y Sandy, estos dos corgis estarán al cuidado del príncipe Andrés, y su exesposa, Sarah Ferguson. En lo que a Candy respecta, este también se unirá a los dos corgis aunque, en el caso de que no sea así, estará bajo la tutela de un componente de un miembro del personal de la reina.
Sin embargo, en el caso de su cuarta mascota, de nombre Lissy, el destino de su acogida quedará en manos del Rey Carlos III, quien decidirá en las próximas semanas qué ocurrre con esta perrita.
