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Timothée Chalamet: el inagotable 'charme' del actor de moda

Tras estrenar la primera parte de 'Dune', tuvo de coach al mismísimo Tom Cruise, que le mandó un correo electrónico en el que le animaba a entrenarse para bailar y para luchar cuando sus personajes lo requirieran

Natalia Araguás

Sexy y andrógino, neoyorquino y afrancesado, Timothée Chalamet (Nueva York, 1995) se ha tomado a pecho su última misión interpretativa: transmutarse en Bob Dylan para el nuevo biopic dirigido por James Mangold, un papel para el que lleva más de tres años preparándose y que se estrenará en 2025. No contento con el asombroso parecido físico que guarda con el cantautor, como reflejaron las primeras imágenes caracterizado de él en los años 60 que han trascendido del rodaje, Chalamet ha visitado hasta el instituto de Dylan en Minnesota y ha tenido acceso a más de doce horas de música inédita, compuesta entre 1959 y 1964, para prepararse para el papel.

“La metáfora de Dylan es que hay que electrificarse”, concluyó Chalamet en la revista 'GQ'. Más allá de referirse al momento de la biografía de Dylan en la que se centra 'A Complete Unknown', su transición de rey de lo acústico a la guitarra eléctrica, trasluce también la filosofía de vida del actor. Del delicado adolescente enamorado del amigo de su padre en 'Call me by your name' o el joven intelectual de 'Lady Bird', películas que le dieron la fama, Timothée Chalamet ha hecho un impecable asalto al 'blockbuster' con sus últimos estrenos, 'Dune: parte 2' y 'Wonka'.

Cultura y humanidades

Para esta última, también un musical, se empleó a fondo como acostumbra, ensayando en Nueva York y Londres con Christopher Gattelli, ganador de un Tony a la mejor coreografía. Timothée Chalamet aprendió incluso a bailar claqué, una disciplina complicada, y solía videollamar a su abuela y a su madre por Skype –ambas fueron bailarinas profesionales de Broadway– para mostrarles sus avances. Con ascendencia gala, rusa y austríaca, el actor se crió en Manhattan, rodeado de una familia dedicada a la cultura y a las humanidades: su padre trabaja en Unicef, su abuelo materno era el escritor y guionista Harold Flender. Solía pasar los veranos en Le Chambon-sur-Lignon, el pueblo del Alto Loira de donde procede su familia paterna. Allí no solo practicó el francés sino que aprendió a jugar al futbol, una de sus primeras vocaciones.

Tras estrenar la primera parte de 'Dune', tuvo de coach al mismísimo Tom Cruise, que le mandó un correo electrónico en el que le animaba a entrenarse para bailar y para luchar cuando sus personajes lo requirieran “como en el viejo Hollywood”, aunque no se lo exigiesen. Le tomó la palabra y además vio 'Top Gun: Maverick' en su honor ocho veces para inspirarse mientras rodaba la segunda parte de 'Dune', entre el cachondeo de sus compañeros de reparto. Entre ellos Zendaya, a quien considera una hermana, y que le ayudó a decorar su primer apartamento en Nueva York, que daba fe de que aún no había dejado atrás la adolescencia.

También en el ojo público por su relación con Kilye Jenner, sobre la que circulan rumores de ruptura, Timothée Chalamet se esfuerza por construir una carrera seria. Entre película y película hace caja como imagen de grandes marcas como Chanel, que explotan su imagen inasequible y desmadejada. Atrevido con sus looks, como cuando se presentó a ‘La Mostra’ de Venecia con un atrevido conjunto de brillante seda y lamé rojo, espalda al descubierto, el actor no tiene problemas en desafiar a la masculinidad al uso. Las mujeres le adoran y, a juzgar por su nutrido historial sentimental (de Lily Rose Depp a Lourdes Leon, la hija de Madonna), es mutuo. 

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