Nerea Barros vive su momento más dulce y lo aprovecha al máximo. La actriz santiaguesa se ha convertido en una de las jóvenes promesas del cine español tras participar en dos de las producciones más exitosas de este año, la película recién estrenada 'La isla mínima' y la serie El tiempo entre costuras. Aunque lleva un tiempo viviendo en Madrid, no se olvida de su Galicia y también en verano estrenó "O ouro do tempo", dirigida por Xavier Bermúdez y que recientemente le ha valido el premio a la Mejor Actriz en el Festival Internacional de Durres (Albania). Nerea habla rápido, se emociona solo con mencionar a su familia y transmite energía y decisión a raudales.

-En su primera semana 'La isla mínima', de Alberto Rodríguez, se ha convertido en número uno en taquilla. ¿Cómo vive el momento?

-De maravilla, imagínate. Llevo una temporada de sueños cumplidos que no me lo creo; ver que al público le gusta tu trabajo es lo mejor del mundo, algo espectacular, y te da un subidón que no hay dinero que lo pague. Estoy feliz; no puedo pedir más.

-¿Cómo llegó a esta isla?

-Hice un casting con dos maravillosas directoras que son Eva Leyre y Yolanda Serrano que no me dijeron para qué era. A los dos meses, cuando me dieron el guión me emocioné porque enseguida me di cuenta de que el personaje era un regalazo, aunque también un reto complicado. En mi primer encuentro con Alberto estaba temblando. Nada más verme dijo: ´Mierda, pareces todavía más joven en persona´. Yo le dije que confiara en mí, que le iba a gustar mi trabajo... y le convencí. Me explicó con mucha emoción la historia de la película y me dio su apoyo absoluto desde el primer ensayo.

-¿Cómo se enfrentó a esa madre rota por el asesinato de sus dos hijas adolescentes?

-Solo tuve que mirar a los ojos de mi madre, de mi abuela y de las jabatas del rural gallego que levantan familias enteras con su trabajo. También tener a mi lado a actores tan grandes como Antonio de la Torre y Javier Gutiérrez, y al director, me ayudó mucho a meterme en la piel de este personaje.

-Rocío es una mujer sufridora y conformista, bastante alejada de la imagen que da Nerea Barros.

-Bueno, es conformista porque no le queda otro remedio. Tiene que luchar por sacar adelante a sus hijas y, como a muchas mujeres, la educaron para este tipo de vida en la que su propia persona pierde importancia. Pero Rocío es una madre de la que admiro muchas cosas, sobre todo su valentía y generosidad, que yo ahora mismo no tengo.

-Corona, la enfermera que encarna en "O ouro do tempo", recientemente estrenada, es muy diferente.

-Sí, es bastante más cercana a mí y también es un personaje que me ha dado muchas alegrías, como el premio a la mejor actriz en Albania, algo que me parecía inaudito. Corona es enfermera, como yo, un personaje que tengo el privilegio de que Xavier Bermúdez creara a mi medida, ya que me conoce perfectamente. Trabajar con Ernesto Chao, al que admiro mucho, fue también apasionante.

-Dejó su trabajo como enfermera en Santiago para dedicarse en cuerpo y alma a la interpretación. ¿Echa de menos la bata blanca?

-Me costó mucho venir definitivamente a Madrid porque, durante un tiempo, combinaba muy bien mi trabajo en el Clínico de Santiago con la interpretación. Venía muy a menudo a Madrid porque está aquí mi novio, Juan (de Trancas y Barrancas, de El Hormiguero), pero tampoco podíamos estar mucho tiempo en esta situación. Llegó un momento en que en Galicia no había mucho trabajo y me surgieron temas en Madrid... Y me lancé. Pero echo muchísimo de menos mi tierra y a mi gente, sobre todo en momentos de tanto trabajo como ahora, que llevo seis meses sin poder ir a verles y lo paso muy mal. Como enfermera yo trabajaba en cuidados intensivos. Es muy duro, pero como persona me enseñó a tener los pies sobre la tierra y a entender los verdaderos problemas.

-¿Dónde más podremos verla próximamente?

-Este verano he estado rodando en la serie 'El Príncipe' y estoy también muy contenta. Mi personaje la monta parda y le tienen que mandar de vez en cuando a la Península, así que tengo mucha suerte. También aquí he tenido la oportunidad de trabajar con grandes como José Coronado... Soy una privilegiada y quiero seguir explorando, conociendo y disfrutando.