Se acercan días y noches de fiesta y celebración. Es el momento de preparar los vestidos y complementos que acompañarán en las veladas con amigos y familia. La crisis se deja sentir en el bolsillo, no es momento de grandes gastos, pero sí de aprovechar al máximo las posibilidades que brinda un armario bien surtido.

Los "outfits" de fiesta que proponen las grandes casas de costura y las firmas de moda barata se inspiran en la primera mitad del siglo XX y de manera especial en la década de los años veinte y treinta, cuando las mujeres comenzaron a liberarse de viejos estereotipos y las fiestas eran como las que narra Scott Fitzgerald en "El gran Gatsby".

Una de las bases para lograr la imagen de moda es el vestido negro con un lazo en la cadera o corto por encima de la rodilla. Esta temporada quedan prohibidos los aparatosos vestidos largos hasta los pies, al menos para las que pretendan estar consideradas entre las más elegantes y glamourosas.

También es el momento de lucir vestidos estilo Hollywood, de satén, con escote palabra de honor, un solo hombro o escotes halter. Los volantes, como detalle en hombros o rematando la falda, también se siguen usando mucho este año.

Los escotes se adornan con lentejuelas y los tejidos se entremezclan. Una buena opción para cambiar la apariencia de un vestido es superponer un "bandeau" en un tejido brillante o en terciopelo, otra de las texturas con las que siempre se acierta.

Una de las colecciones más ilustrativas de lo que se avecina en el mundo de la moda es la que ha presentado Louis Vuitton en la Semana de la moda de París. Los vestidos de la firma francesa, realizados en tejidos brillantes y evanescentes se acompañan con pequeños bolsos en bandolera y cortes de pelo a lo garçon.