La Semana Santa es un periodo perfecto para desconectar de la rutina y dedicar un tiempo a mimarte. Cuidarse nunca había sido tan divertido y tan variado. Elige la técnica que más se adapte a tu personalidad y deja la mente en blanco. Relajarse es la base fundamental para que cualquier tratamiento de spa surja efecto.

Chocolaterapia

Tenemos un masaje gustoso, al que le añadimos algo aún más delicioso: chocolate. Y es que el líquido templado es esparcido a lo largo de la piel buscando hidratar y nutrir la dermis. Además, el chocolate retrasa el envejecimiento de las células, es drenante, anticelulítico y ayuda a combatir los malos sentimientos y la ansiedad.

Vinoterapia

Tal como el nombre revela se trata de un tratamiento que conjuga el masaje con diferentes tipos de uvas fermentadas y no fermentadas, vino y aceite. La fruta busca recupera la luz de la propia piel, dejándola elástica y brillante. Se toma de diferentes maneras: mediante baños termales, masajes, peelings, exfoliaciones€

Aromaterapia

La técnica tiene un uso terapéutico, ya que ciertas esencias ayudan a armonizar los estados psíquicos emocionales y espirituales. Los olores más utilizados son: eucalipto, lavanda, limón, mandarina, salvia y romero.

Ozonoterapia

Este tratamiento se fundamente en el uso de una caja con aire comprimido, oxígeno, que se esparce en el ambiente. El aire ayuda a disminuir ciertas dolencias como el colesterol, regenera algunos tejidos, regula las hormonas€

Reflexología

Esta técnica milenaria está basada en costumbres chinas, egipcias e indias y se basa en el masaje de pies para eliminar cualquier dolor o enfermedad. Se centra en la idea de que cada órgano vital tiene su representación en un área del pie, de manera que si se trabaja por zonas, el aumento de riego del sistema nervioso ayudará a aliviar dolores en la parte afectada.

Masaje de piedras calientes

Este tratamiento se basa en los siete chakras, o puntos de energía vital del cuerpo, según cuenta la filosofía oriental. Como el nombre indica, en el masaje se utilizan piedras de río a temperaturas opuestas, calientes y frías, que se colocan en puntos estratégicos de articulaciones, cuello y nuca. El masaje es relajante y alivia dolores gracias al aumento del riego sanguíneo que actúa sobre la inflamación.