La primera cita oficial de los primeros premios "Princesa de Asturias" de la historia deja un sabor agridulce en cuanto a estilismo. La parte dulce la pusieron los Reyes, con un vestuario acertado y admirado. La otra estuvo en el lado de los invitados, con más errores que aciertos en la vestimenta escogida para asistir al concierto organizado por la Fundación Princesa de Asturias.

Antes de que arrancara el desfile de asistentes en el auditorio Príncipe Felipe, Letizia llegaba al teatro Jovellanos de Gijón para asistir al encuentro con Francis Ford Coppola, premio "Princesa de Asturias" de las Artes 2015. Lo hacía con su mejor sonrisa y uno de los estilismos más acertados de los últimos tiempos.

Fiel a su diseñador de cabecera, Felipe Varela, la Reina lució un mono de seda negro sin mangas, ligeramente acampanado en el bajo, con corte en la cintura y atado al cuello mediante un escote troquelado y cubierto de cristales Swarovski. Unos cristales que también lució en un brazalete, que colocó cerca del codo. Completó el look con una cartera de mano rígida con cadena, unos pendientes colgantes y un moño bajo con la raya al lado y algunos mechones trenzados.

Un look que lució durante el concierto de Oviedo y durante la cena con las autoridades y premiados en la plaza de Trascorrales. Por su parte, Felipe VI escogió para la cita un traje negro de raya diplomática sutil, que se consigue gracias a la mezcla de tejidos, una camisa en tono rosa y una corbata granate con topos. El Rey volvió a apostar por los zapatos de hebilla, los más informales de su armario.

El negro también fue el gran protagonista del vestuario de los asistentes al concierto de Oviedo. La mayoría de las mujeres escogió vestidos hasta la rodilla y medias tupidas, aunque alguna prefirió llevar medias finas que no le favorecían demasiado. Los zapatos se encargaron de repartir juego, desde botines de tacón rojo de ante hasta el clásico de salón negro con una ligera plataforma, pasando por "peeptoes" en blanco y sandalias de "print animal" que no eran los más apropiados para la época. Los hombres confiaron su vestimenta al oscuro, con un gran protagonismo del azul en los complementos.