Conseguimos el look perfecto para esa boda o comunión que tanto estábamos esperando, pero nos damos cuenta de que dejamos visible un tatuaje que nos hicimos hace un tiempo y ahora no queremos que se vea.

Habitualmente pensamos que el láser es la única solución para eliminar un tatuaje. Sin embargo, estamos equivocados. En ocasiones, el maquillaje puede realizar una labor excepcional y ayudarnos a disimularlo, si no se trata de dibujos excesivamente grandes o que cubren buena parte de la piel.

El primer paso consiste en pasar un algodón empapado en la zona del tatuaje para limpiar la zona. Después se deja secar la piel. A continuación, aplicamos la base con una esponja haciendo que cubra el dibujo. El siguiente paso, consiste en echar la primera capa con polvos compactos y volver a repetir esta operación hasta lograr cubrir el tatuaje.