Usar las planchas de pelo a diario para alisar o rizar tu melena puede pasarte factura dejándote un cabello reseco y estropeado. Si eres adicta a ellas, descubre los mejores trucos para no quemar tu pelo con las planchas:

Invierte en unas planchas de pelo de calidad:

Es fácil caer en la tentación de comprar una plancha de pelo barata. En el mercado existe una gran variedad de menos de 50 euros. Pero si piensas usarlas a diario para crearte diferentes peinados, es importante que te hagas con una plancha de pelo de calidad. La mejor opción es decantarte por unas que tengan placas de cerámica. Se calientan en menos tiempo y de forma uniforme. Que tengan regulador de calor es también importante. En muchas ocasiones con conectarlas al mínimo te será suficiente, especialmente si tienes el pelo fino.Limpia las planchas con regularidad

Con el tiempo las placas de la plancha van acumulando restos del protector térmico que engrasan nuestro pelo. Por eso es importante que al menos cada quince días las limpiemos. Puedes hacerlos con unas toallitas húmedas cuando estén frías o incluso untarlas con la cera de una vela y luego pasarlas un paño humedecido en vinagre. También puedes dejarlas como nuevas con un poco de bicarbonato:

Seca bien tu cabello antes:

Jamás uses las planchas del pelo con tu cabello mojado. Seguro que alguna vez que has ido con prisa, te las has pasado con el pelo húmedo y has podido oír un chasquido como si se estuviese quemando. Este gesto deteriora la cutícula del cabello y pronto notarás un pelo castigado, así que seca y desenreda bien todos los mechones antes de comenzar a peinarte.No prescindas del protector térmico:

Si utilizas las planchas del pelo a diario es imprescindible que antes te extiendas un protector térmico. Te ayudará a proteger la fibra capilar del calor y además facilita el alisado y aumenta el brillo. Recuerda comprar aquellos que no contienen ni sulfatos ni silicosis.Pásalas despacio

A la hora de pasarnos la plancha por los mechones es importante tener en cuenta la forma en lo que lo hacemos para evitar el encrespamiento y no romper nuestro cabello. Coloca la plancha lo más cerca posible de la raíz en un mechón de unos cuatrocentímetros y vete deslizando hacia abajo de forma lenta pero sin pararte más de tres segundos, tanto si pretendes alisarlo como si haces una curva para dejarlo rizado.