¿A quién no se le ha desteñido alguna vez una camiseta blanca? Es típico que la ropa blanca acabe con un tono grisáceo después de varios lavados. Prendas preferidas del armario que pierden su blanco original y no hay forma de que vuelvan a ser como antes. Siguiendo estos sencillos pasos se acabará el problema: conseguirás que tu ropa sea blanca de nuevo.

Las aspirinas de toda la vida tienen un gran poder blanqueador. Triturándolas y dejándolas a remojo con la ropa conseguirás que ésta vuelva en sí. Solamente tienes que coger un recipiente, triturar las aspirinas y meterlas en agua caliente con la ropa.

Es importante que todas las prendas estén totalmente cubiertas de agua, para que se blanqueen por completo y no por trozos. Intenta hacerlo por la noche para que estén durante mucho tiempo o déjalas con paciencia a remojo durante aproximadamente ocho horas.

Una vez que haya transcurrido ese tiempo, lava la ropa como haces habitualmente.

Las aspirinas blanquearán la ropa y, además, serán muy efectivas a la hora de quitar las manchas más difíciles de quitar.

Otra opción alternativa es echar las aspirinas trituradas en la lavadora y aunar los dos pasos, pero es más efectivo que los hagas por separado. Así, las aspirinas contarán con un periodo de tiempo mayor para actuar sobre las manchas y sobre las prendas que estén más degradadas.