El fondo de armario de Raffaella Carrà se basaba en el lema ‘más es más’. Sus ´looks’ vitales y maximalistas eran tan reconocidos como su media melena platino con flequillo que se movía al ritmo vibrante de su música. Sus estilismos plenos de personalidad y optimismo dieron lugar al 'Estilo Raffaella Carrà'. La estética explosiva que caracterizó el arte y la puesta en escena de la estrella italiana, que nació en Bellaria el 18 de junio de 1943 en una familia acomodada, marcó tendencia a lo largo de su trayectoria artística en lo más alto del escenario pero también sirvió de inspiración para diseñadores y celebridades de la talla de Madonna, Christina Aguilera y Lady Gaga.

Icono gay

La apasionada artista, mito pop de nuestro tiempo e icono gay que revolucionó la televisión italiana y la del resto del mundo con programas como ‘Canzonísima’ y ‘ Pronto, Raffaella’, al mismo tiempo que triunfaba como cantante con canciones tan pegadizas como ‘Fiesta’ y ‘Afar l’amore comincia tu’, se confeccionó a medida gran parte de su vestuario que nunca pasó desapercibido por el público. Ella misma visionaba sus ‘looks’ a partir de un concepto multicolor y grandes dosis de purpurina y 'brilli-brilli,' porque la discreción nunca formó parte del universo de Carrà. Los excesos y la fusión eran elementos de su ADN: a la hora de actuar derrochaba tanta energía y explosión como lo hacían sus vestuarios.

'El ombligo de Italia'

Uno de los patrones fetiche de la leyenda televisiva fue el mono setentero de color vibrante con cascadas de cristales de estrás e infinito escote que le llegaba hasta el ombligo, con lo que causo un gran revuelo y se ganó el apodo de 'el ombligo de Italia'. Además, el diseño de las perneras era acampanado, una estética rompedora que marcó un antes y un después en la moda.Otros de los vestuarios más emblemáticos que lucía el 'ciclón Carrà'' en sus sinuosas coreografías y siempre a juego con sus bailarines, fueron los minivestidos con botas de caña alta, así como los ‘bodies’ con los que presumía de sus esculpidas y veneradas piernas. Otro de sus vestuarios favoritos eran los pantalones ajustados de látex. Todos ellos le ayudaron a marcar un estilo propio y triunfar ante las cámaras. 

En alguna actuación, la inmortal diva actuaba también con diseños monocromáticos en rojo, naranja o verde confeccionados en charol, tejidos elásticos o satén. Y si la ocasión lo requería, vestía también de negro con detalles de pedrería, imponentes hombreras y juegos con sensuales transparencias.

El boom de '¡Hola, Raffaella!''En el amor todo es empezar', 'Explota, explota', 'Rumore', 'Caliente, caliente', 'Hay que venir al sur' y '¡Qué dolor!' son algunas de sus famosas canciones´. Y es que la década de los 90 supuso el momento de mayor popularidad de la artista en nuestro país, cuando su programa '¡Hola, Raffaella!' se convirtió en un gran éxito de audiencia. Curiosamente en esa etapa, Carrà transformó su estilo y optó por vestir menos extremada con numerosos trajes de chaqueta y pantalón con tacones kilométricos.

La energía de Raffaella Carrà era infinita y en los últimos años participó en 'La Voz Italia y su éxito de 1978 'Hay que venir al sur' vivió una segunda juventud gracias al remix de Bob Sinclair, que se convirtió en un éxito de ventas a nivel mundial.