Muchos de nosotros ya estamos de vuelta de las vacaciones y ahora nuestra piel sufre las consecuencias del exceso de sol y la falta de hidratación llegando a todo un clásico del verano, pelarse la piel. Hay que recordar que lo más importante de conseguir un bonito bronceado es proteger nuestra piel para evitar quemaduras y el posterior pelaje.

Utilizar protector solar en todo momento y evitar las horas de sol entre las 12 de la mañana y las 16 de la tarde será nuestro mejor aliado para garantizar que nuestro bronceado dure el mayor tiempo posible.

  1. Lo primero que tendremos que hacer es hidratarnos al máximo. El motivo de que la piel se escame es que, tras la exposición solar, se desprenden una gran cantidad de células provocando que comience a fracturarse. Beber agua en abundancia te ayudará a prevenir este proceso.
  2. La mejor manera de aliviar el dolor y prevenir las peladuras es aplicar cremas con textura gel de aloe vera que te ayudarán a calmar tu piel tras la exposición solar. Meter el producto en la nevera unos minutos antes de la aplicación aumentará su efecto calmante produciendo un mayor alivio.
  3. En este caso la alimentación también te ayudará a mantener la piel perfecta. Introduce en tu dieta productos como el pepino, abundante en vitamina E y en agua, productos cítricos con vitamina C como la naranja o el limón o vinagre de manzana, ya que este último previene la aparición de ampollas y la descamación de la piel y sobre todo, alivia el dolor provocado por las quemaduras solares.

Si a pesar de estos cuidados tu piel comienza a escamarse a la vuelta de las vacaciones, puedes recurrir a un exfoliante ligereo que te ayudará a eliminar las células muerta. Aplícalo sólo en las zonas donde te estés pelando y evita extenderlo por otras zonas para no pelar la piel que aún está bien.