Las alpargatas son una prenda infalible y atemporal en cada verano que atesora tanta artesanía como historia, pasando de ser un calzado humilde a subir a pasarelas y vestir los pies de iconos a lo largo de la historia como Dalí y Coco Chanel, y actualmente la reina Letizia o Jill Biden.

Su uso en los países mediterráneos como España y el sur de Francia democratizó este calzado que también llevaron los soldados republicanos durante la Guerra Civil española, en un tiempo en el que artistas como Salvador Dalí o Pablo Picasso lo lucían en sus talleres y también en algunas apariciones públicas.

Cuando la primera dama estadounidense, Jill Biden, visitó España en compañía de su marido con motivo de la reciente cumbre de la OTAN se hizo con un par de alpargatas de la firma Castañer, insignia en este tipo de calzado. Un modelo anudado al tobillo que, en tiempo récord, agotaría existencias.

No es la única, puesto que la reina Letizia hacía lo propio durante los mismos días y también en buena parte de sus apariciones públicas durante los meses de primavera y verano, cuando las alpargatas, espardeñas o espardiles se convierten en un calzado comodín y de vanguardia, pese a tener un origen vinculado a la civilización egipcia, hace más de 4.000 años.

Elaboradas con fibras naturales como el algodón o el mimbre y con suela de cáñamo o esparto, los primeros modelos de espardeñas pueden visitarse en Museos como el Arqueológico de Granada, donde puede verse cómo este calzado de estructura hilada marcó a varias culturas.

Una evolución que pasaría por ser calzado de guerra para soldados y pasear por el centelleante Hollywood de los años 50 y sus divas, que enfundaron sus pies en espardeñas durante los sets de rodaje: de Grace Kelly a Audrey Hepburn o una Cocó Chanel que, durante su estancia en Biarritz, combinaba este calzado con collares de perlas y camisas marineras.

El halo de sofisticación y vanguardia llegó de la mano de Yves Saint Laurent que, durante los años setenta, decidió reformular este calzado a su manera, introduciendo la plataforma y subiéndolo a la pasarela. Desde entonces, este básico de armario se renueva cada temporada con modelos nuevos que conviven con clásicos atemporales.

Ahora existen tantos modelos como estilos y ocasiones. “En nuestro caso las sandalias altas con plataforma y hormas cómodas son uno de nuestros productos estrella”, dicen a EFE desde Fígara, una firma artesana especializada en revivir este clásico como calzado estrella que destaca el auge de modelos “plisados y brillantes”.

Para esta compañía, la clave de las alpargatas, por encima de la estética, reside en trabajar con procesos artesanales para crear hormas cómodas, un básico de las espardeñas. Una afirmación compartida por aquellos fabricantes de calzados artesanos e históricos que se mantienen en la cresta de la vanguardia, como es el caso de las Venezianas.

“Los nobles venecianos las usaban para recibir invitados en sus palacios. Al ser cómodas y antideslizantes se hicieron conocidas entre los gondoleros y durante el siglo XX se popularizaron entre todas las clases sociales”, explican por su parte desde la firma, popularizada por súper modelos como Kate Moss.

Una forma de acercar el calzado a un público que “no tiene una edad específica” pero sí permanece atento “a la moda y las últimas tendencias”. “Su comodidad hace que muchos se fidelicen con el producto”, añaden.