Un estudio realizado por Boston Medical Group, alianza mundial de clínicas médicas especializadas en el tratamiento de disfunciones sexuales masculinas, revela que el 91% de las mujeres aconsejaría a su pareja acudir al médico si padeciese problemas de disfunción eréctil.

En contraste con este dato, hay que destacar que en nuestro país existen más de 2 millones de hombres con problemas de disfunción eréctil y solo el 20% de ellos acude al especialista después de esperar una media de 4 años. La investigación se ha realizado a más de 200 mujeres con edades comprendidas entre los 20 y 60 años. El análisis revela que el 25% de las mujeres encuestadas cree que este problema puede empeorar la relación, aunque un 20% considera que puede llegar a hacerla más fuerte si se enfrentan al problema.

Afrontar la situación

Sin embargo, el 55% tiene dudas acerca de las consecuencias que esto puede traer. En lo que sí coinciden la mayoría es en la importancia de acudir a un especialista y convencer a su pareja de que realmente tiene un problema.

El 90% de los hombres que padece disfunción sexual tienen su origen en problemas físicos como la próstata, diabetes, enfermedades vasculares o enfermedades neurogénicas, por lo que acudir a un especialista resulta imprescindible para evitar enfermedades graves, como un infarto o una angina de pecho.

El 38% de las mujeres que participaron en la investigación afirman que alguna vez tuvieron una pareja con problemas de disfunción sexual, y de estas, el 83% asegura que le daría todo su apoyo a su pareja para solucionar el problema.

La reacción más habitual entre los hombres es negarlo de hecho. "Hoy en día a los hombres todavía les cuesta reconocer el alcance de su problema y tardan en acudir a un especialista entre tres y cuatro años. Es importante pedir ayuda, cuanto antes se trate el problema, más rápida será la recuperación" explica José Benítez. "La comprensión y el apoyo de la pareja es muy importante para seguir el tratamiento".

Según Boston Medical Group, un 30% de los hombres que acuden a las clínicas vienen acompañados de sus parejas. Este apoyo es esencial para la curación, el tratamiento del problema y la búsqueda de una solución en pareja, lo que mejora la relación y la confianza de los pacientes.