La sociedad moderna está expuesta a enfermedades infecciosas emergentes, causadas por virus que no han dado aún el salto de la especie animal a la humana y que son de especial virulencia: son los llamados ARN (ácido ribonucleico), los que más mutan y pueden generar una pandemia con mayor rapidez.

Javier Martínez Picado, investigador de la institución catalana de investigación y estudios avanzados ICREA en el Instituto contra el sida IrsiCaixa, ha conversado con Efe sobre las pandemias del siglo XXI y los últimos descubrimientos en relación a las enfermedades infecciosas emergentes causadas por microorganismos.

Los virus de ARN son los que "pueden generar más rápidamente una pandemia en el mundo", los que mutan con mayor facilidad y se vuelven más virulentos, y los que ya han causado enfermedades infecciosas de tal calibre como el sida y la gripe.

El virus del sida nadie lo conocía antes de 1981, cuando la pandemia se desarrolló tras dar el salto desde los primates a los humanos, un salto entre especies que también se ha producido con el de la gripe, en concreto desde las aves a la especie humana.

Otros virus que han dado también el salto en un momento determinado son el de la rabia (de las ratas a los hombres) y el de la encefalitis o el dengue (provienen de los insectos).

Un salto para el que la sociedad, cuando llega, no está preparada y no lo está porque no cuenta con medicamentos para hacer frente al virus, que puede hacerle mucho daño y tener consecuencias devastadoras con una nueva epidemia de una enfermedad infecciosa.

Las enfermedades infecciosas emergentes más extendidas y de mayor mortalidad son el sida, la malaria y la tuberculosis.

En las últimas décadas, según Albert Osterhaus, jefe del departamento de Virología de la Universidad de Utrech, en Rotterdam, parece haberse producido un aumento drástico en la aparición o reaparición de virus que amenazan a la población humana o animal a escala mundial.

Una larga lista de nombres exóticos como Ébola, Lassa, Valle del Rift, Crimea Congo, Hendra, Nipah o Nilo occidental da una idea clara, según Osterhaus, de algunos de los lugares asociados con el origen de virus que pasaron a los humanos con graves consecuencias sólo en la última década.

Los cambios que se están produciendo en la sociedad moderna, según el investigador, crean nuevas oportunidades para el surgimiento de infecciones víricas.

"El conjunto de cambios complejos que están teniendo lugar en los entornos sociales, las tecnologías médicas y agrícolas y los ecosistemas sigue creando nuevos nichos para que los virus salten a nuevas especies y se adapten rápidamente a ellas", según Osterhaus.

El mundo desarrollado tiende a viajar, sobre todo en vacaciones, a zonas que pueden ser endémicas en ciertas enfermedades y cuando las personas regresan a sus países de origen pueden estar infectadas y transportar el microorganismo, lo que puede dar lugar a focos locales de infección. "Eso sigue siendo un problema", apostilla Martínez Picado.

Y para combatir "esta amenaza mundial" de las enfermedades infecciosas emergentes, según los investigadores, se debería avanzar en ámbitos como la biología molecular, la epidemiología, la genómica y la bioinformática, además de en la coordinación de los sistemas de alerta temprana basados en las últimas técnicas de detección y descubrimiento de virus.