Soportan todo el día el peso del cuerpo y están sometidos a la presión asfixiante de los zapatos, muchas veces de horma y material inadecuados que repercuten negativamente en su salud.

Los pies son los grandes olvidados y aplicándoles unos mínimos cuidados pueden evitarse incómodas molestias y latosas dolencias como los hongos en las uñas. Se trata éste de un trastorno que sufren en mayor medida los usuarios de piscinas y duchas comunitarias ya que estos organismos microscópicos proliferan en ambientes cálidos y húmedos.

Para evitar o al menos reducir las posibilidades de verse afectado por hongos, los podólogos hacen hincapié en la conveniencia de usar siempre chanclas en estos recintos deportivos y no caminar descalzo en lugares públicos. Los hongos comienzan a manifestarse mediante una pequeña mancha blanquecina o amarillenta situada bajo la uña y si bien existen medicamentos y tratamientos para combatirlos, en ocasiones resultan difíciles de atajar y también pueden ser reincidentes. El consejo de los especialistas es visitar al podólogo una vez aparezcan los primeros síntomas ya que si no se tratan adecuadamente pueden persistir.

Los síntomas más característicos de los hongos en las uñas son: engrosamiento, fragilidad y estructura quebradiza, deformación, pérdida de brillo, coloración oscura causada por los desechos que producen los hongos debajo de la uña, separación de la uña de su lecho, dolor en la puntas de los dedos de los pies y en ocasiones olor desagradable.

Además de vivir en ambientes templados y con un alto grado de humedad, como las piscinas y los baños y duchas, lugares donde se dan las condiciones perfectas para su crecimiento y propagación, estos órganos microscópicos pueden invadir la piel a través de cortes muy pequeños o de una separación entre la uña y el lecho ungueal -que es la unión de la uña con la piel del dedo-.

Además del calor y la humedad, la edad es otro factor de riesgo y a que según avanzan los años disminuye la circulación de la sangre en los pies. Igualmente, con el paso del tiempo, las uñas de los pies tienden a crecer más lentamente pero su grosor puede aumentar de forma notable convirtiéndolas en un blanco fácil para los temidos hongos.

Si bien las uñas de las manos pueden verse afectadas por los hongos, en los pies se manifiestan de forma más agresiva debido sobre todo a esas condiciones de oscuridad, humedad y calor presentes dentro de los zapatos. Para prevenir los hongos, los especialistas aconsejan: