Para llegar al orgasmo, se conjugan una serie de factores fisiológicos, psicológicos, situacionales y la habilidad de las personas implicadas.

Pero si la situación lleva a que todos estos ingredientes se confabulen positivamente, hay un último elemento que llevará a que el clímax llegue no solo antes, sino que más intensamente: la postura elegida.

Posiciones que facilitan la estimulación del clítoris y el resto de áreas erógenas genitales, a través de la lubricación y una mejor fricción. Y que además pueden ser buenas para salir de la rutina, en caso de que la monotonía haya llegado a la relación en pareja en lo que se refiere a la cópula.

A continuación, te presentamos estas posturas que harán que disfrutes al máximo de tus relaciones. Eso sí, ten en cuenta que el principal órgano sexual es el cerebro. Antes de ponerte en faena, crea una atmósfera de confianza y respeto que favorezca que ambas partes se sientan lo más a gusto posible. Y no te dejes los preliminares, que siempre se agradecen.

El misionero

Es la postura por antonomasia, la más común a la hora de tener sexo, y también una de las más cómodas para ambas partes. Además, es una de las más sencillas para obtener el orgasmo, ya que el peso del cuerpo del hombre hace que el roce de la zona del pubis con el clítoris de la mujer sea mayor.

La mariposa

Una postura que cumplirá la fantasía de más de uno, porque por ejemplo se puede llevar a cabo sobre una mesa o la encimera de la cocina, y que es muy gozosa para ellas.

Consiste en que el hombre permanezca de pie y ella frente a él, tumbada o sentada sobre una plataforma o superficie que esté elevada, de modo que ambas áreas genitales queden alineadas a la misma altura. La chica debe elevar las piernas por encima de los hombros del chico, y él sujetar las nalgas de su pareja con las manos para poner el cuerpo en el ángulo idóneo para la penetración.

La amazona

Otra postura que resulta muy sexy, tal vez en esta ocasión un poco más para la mujer, que se sentirá que lleva las riendas del coito. El hombre, si es de los que les gusta que trabajen otros, también encontrará muy ´hot´ esta técnica.

Ella se tiene que colocar encima, puede ser que con la cara mirando hacia la cara de su pareja, pero también al revés, dándole la espalda. De hecho, esta segunda variante suele ser más estimulante para el clítoris femenino. Él, disfrutará sujetando el trasero de su ´partenaire´ y viendo su cuerpo desde otro ángulo al que quizás no esté acostumbrado.

La sirenita

Esta es parecida a la de la mariposa. Para empezar, que ella se tumbe de nuevo en una posición elevada y buscando que su pubis quede aliando con el de él; para esto, puede recurrir a poner un cojín por debajo de la cadera. Ahora, que extienda las piernas hacia arriba, pegadas, juntas. Su chico le puede ayudar sujetándolas, y así el obtendrá estabilidad para embestir mejor con la cadera y penetrarle con más profundidad. Que las piernas estén cerradas, mejora el roce del pene con los labios vaginales.

El pulpo

Con esta posición, en la que la mujer se sentará encima del chico sentado, la penetración será muy profunda también. La mujer tiene la opción de pasar las piernas a los lados de su pareja, o pasarlas por encima de los hombros con las manos apoyadas atrás. Una postura muy romántica e íntima, que hace a ambos sentirse fundidos en un sensual abrazo.