Se prevé que una de cada cuatro personas en España tenga un trastorno mental a lo largo de su vida y se estima que las enfermedades mentales aumenten en los próximos años. Tanto que, según la organización mundial de la Salud (OMS), para 2050 la primera causa de muerte será la depresión, incluso por delante de los canceres o de las enfermedades cardiovasculares.

"El principal rasgo depresivo de los adultos mayores es la apatía, es decir, la desgana que los lleva a abandonar actividades, a dejar de salir o de compartir con los demás, anteponiendo cualquier excusa para evitar estas situaciones", asegura Concepción Acosta, experta en psicología clínica del adulto mayor en el centro de día Vitalia

Cuando una persona mayor muestra una preocupación excesiva por todo, es decir, está hiperalerta y cualquier cosa lo asusta o estresa, podemos estar ante el caso de un cuadro ansioso, mientras que la somatización se refiere a variadas e inespecíficas dolencias que experimenta un individuo, ya sean mareos o dolores de espalda, cuello y de estómago, por nombrar algunos. El origen de estos malestares no es físico, sino psicológico.

El impacto que tienen estos trastornos psicológicos sobre la salud es enorme, ya que son agravantes de enfermedades físicas (hipertensión, diabetes, entre otros) y fomentan la aparición de trastornos cognitivos (pérdida de memoria, dificultades del lenguaje, problema atencional). En algunos casos, el adulto mayor se autoabandona de tal manera que se niega a realizar tareas tan básicas como bañarse, comer o limpiar su hogar, debido a la desmotivación que lo embarga. En definitiva, los problemas físicos empeoran y el afectado descuida su vida general, lo que sin duda, sólo acarrea consecuencias negativas.

Por otro lado, la psicología clínica también se encarga del abordaje cognitivo. El cerebro realiza varias funciones como la de procesar información, de las cuales, muchas quedan grabadas en la memoria. Sin embargo, esta capacidad de recordar puede verse afectada durante la etapa del envejecimiento o por alguna enfermedad como el Alzheimer.

La estimulación cognitiva permite incrementar las capacidades mentales de una persona mayor de 60 años. Además, mejora sus niveles de plasticidad neuronal, incrementa sus funciones cerebrales, su potencial cognitivo, incluso, previene enfermedades mentales.

"Es necesario destacar que a través de la estimulación se logra entrenar distintas funciones del cerebro como: atención, memoria, percepción, retención de información, así como codificación y almacenamiento de la misma" concluye la psicóloga Concepción Acosta, especialista en el adulto mayor del centro de día Vitalia.

El Método Hoffmann en el centro de día de Vitalia

El Método Hoffmann en el centro de día de Vitalia