Si algo tienen claro los nutricionistas gracias a los estudios sobre alimentación que se han hecho a lo largo de los últimos años es que sólo hay un truco para adelgazar: caer en lo que se denomina popularmente como un "déficit calórico", es decir, consumir más calorías de las que ingieres. La teoría está clara pero surgen preguntas entre quienes se han propuesto bajar de peso. Por ejemplo la de qué alimentos debemos comer para intentar "racionalizar" esas calorías que debemos ingerir . Es decir, cómo tiene que ser nuestra cesta de la compra.

Como regla básica tenemos que tener claro que lo mejor es ingerir siempre comida real. Es decir: tenemos que huir de ultraprocesados que nos hagan engordar de forma innecesaria. Lo mejor es consumir siempre comida real. Uno de los expertos en nutrición y deporte más seguidos de redes sociales, Joel Torres, exponía el otro día a sus seguidores los seis alimentos que no deben faltar en la lista de la compra de toda persona que quiera perder peso (algo más que necesario sobre todo entre quienes quieren llegar a tiempo a la operación bikini).

Los alimentos básicos son: chocolate negro (no es perjudicial comer chocolate si te acostumbras al sabor del cacao puro), lentejas cocidas (las legumbres son muy buenas para tu salud), almendras o otros frutos secos, vegetales congelados (para que no tengas excusa), arroz y maíz para palomitas. No es necesario que huyas de las tentaciones. Lo que tienes que hacer es saber "llevarlas" lo mejor posible.

De hecho si algo han aprendido los expertos en dietas y en nutrición a lo largo de los últimos años es que privarte de cierto alimento o de determinadas calorías sólo va a hacer que adelgaces muy pronto pero que engordes de la misma manera: también de forma muy rápida. Es el tan temido "efecto rebote" del que tanto se habla en lo referente a dietas.

Pero, tal y como te avanzábamos al comienzo de este artículo, tan importante es lo que comes como las calorías que quemas, el ejercicio que haces. Por eso es fundamental que cambies tus hábitos y que empieces a moverte más. Ir a trabajar andando o aparcar un poco más lejos de lo que haces habitualmente o dar un pequeño paseo después de cada comida pueden ser buenas ideas que te ayuden en tu vida más sana y en tu propósito de bajar de peso.