Estamos en plena "operación bikini". A día de hoy son cientos los que están buscando (sobre todo por la red) dietas milagro o ejercicios que permitan bajar muchos kilos en muy poco tiempo. Pero la mala noticia es que estos milagros no existen. Más bien al contrario. Todas las dietas y los planes que te proponen bajar de peso de forma rápida y poco segura acaban teniendo una consecuencia negativa: te hacen caer en el tan temido "efecto rebote" que hace que ganes con velocidad los kilos que has perdido con tanto esfuerzo. Por eso lo que tienes que hacer es básico: practicar más ejercicio (o moverte más en general) y comer más sano (dejar de lado los ultraprocesados y sumarte a la moda de la comida real).

Pero también hay pequeños trucos que puedes levar a cabo en tu día a día y que te permiten complementar el ejercicio y la dieta sana. Uno de estos turcos los aportaba hace días en sus redes sociales Miquel Girones ,uno de los nutricionistas más seguidos de las redes sociales y que ayuda a más gente a la hora de perder peso. Girones recomienda a sus clientes que siempre salgan de casa con el estómago lleno. Es algo que parece muy básico pero en lo que normalmente no reparamos.

Si sales de casa con hambre tu cuerpo va a acabar haciendo que comas. Y normalmente no vas a comer nada sano. Vas a ir a por los productos cargados de azúcar que te van a dar un subidón de energía tan repentino como fugaz. En este sentido también te puede ayudar llevar siempre fruta en el bolso o en la mochila. Tanto cuando sales a dar una vuelta como cuando vas a trabajar. Si tienes a tu mano una comida saludable conseguirás reducir todas las calorías innecesarias que te ibas a meter en el cuerpo y, además, lograrás llegar al reto que te ponen todos los nutricionistas y que habla de que tienes que consumir al menos cinco piezas de fruta y verdura cada día.

Es importante que salgas con el estómago lleno sobre todo cuando vas a hacer la compra. Y es que los estudios científicos que se han hecho varias veces en los últimos años y en distintos países demuestran que siempre que sales al supermercado con el estómago lleno compras menos productos azucarados y negativos para tu salud. Y es que además de ahorrar calorías vas a ahorrar dinero. Normalmente esos productos no son nada beneficiosos ni para tu salud ni para tu bolsillo.