La fórmula archirrepetida para perder peso es combinar una dieta sana y equilibrada con un estilo de vida activo que incluya el ejercicio físico. Pero, ¿qué ocurre cuando nos pasamos ocho horas o más sentados en una silla?

El sedentarismo es una de las principales causas del sobrepeso en la sociedad occidental. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sedentarismo se encuentra entre los cuatro factores de mayor riesgo de muerte.

Si miramos más cerca, España es el cuarto país de Europa con más tasa de población que no practica ejercicio físico, según la European Heart Network. Y es que además del trabajo, las actividades de ocio, como ver la televisión o la tablet, también implican un estado pasivo.

El estilo de vida sedentario puede provocar, no sólo sobrepeso u obesidad; también, problemas de corazón, dolor de espalda, problemas de visión, diabetes...

¿Cómo puedo perder peso mientras trabajo?

Incrementar tu NEAT

Acelerar el metabolismo ayuda a quemar calorías y, por lo tanto, perder peso. Hacer deporte es una gran manera para conseguirlo, pero también incrementando el metabolismo basal, es decir, consumir calorías cuando estamos en reposo.

Mediante el NEAT (Non-Exercice Activity Thermogenesis) podemos aumentar el metabolismo basal. Aunque suene muy técnico, se refiere a aquellas actividades cotidianas que hacemos y que afectan a la cantidad de calorías que quemamos. Subir escaleras en vez de coger el ascensor o sustituir el metro u/autobús por la bicicleta o por andar rápido son actividades que ayudan a aumentar el NEAT, y por tanto a quemar calorías.

Trabajar de pie

El nutricionista Miquel Gironès, uno de los más populares en redes sociales que acumula miles de seguidores en redes sociales, asegura que cuando estás de pie durante varias horas (ya sea trabajando o por cualquier otra circunstancia), tu metabolismo se activa. Tu cuerpo está trabajando más y por eso es más sencillo que pierdas grasa. Prueba a hacerlo durante algunas horas.

Eleva el ordenador o el teléfono si estás en la oficina y trabaja varias horas de pie. Eso hará que tu cuerpo esté trabajando aunque no salgas del entorno de tu vida laboral. También estarás, además, cansándote y eso hará que por la noche duermas mejor. Y es que descansar siete u ocho horas seguidas y de calidad al día es fundamental para adelgazar.

Pulseras inteligentes

Gracias a las denominadas pulseras inteligentes (y también con un simple teléfono móvil) puedes conseguir que el dispositivo te avise cada hora y te "obligue" a moverte. Dar 100 pasos como poco cada 60 minutos evita el sedentarismo. Moverte es lo más importante que puedes hacer en el día y si logras dar 15.000 pasos al día puedes incluso perder peso o adelgazar.

Ingerir alimentos quemagrasas

La alimentación juega un papel clave a la hora de perder peso, pero no es necesario matarse de hambre ni comer ensaladas todo el día. Algunos alimentos naturales nos ayudan a saciarnos más y aceleran el metabolismo, por lo que quemamos grasa con más facilidad.

¿Cuáles son estos alimentos? Brócoli, huevos, carne magra, frutos secos, quinoa, tomate, yogur griego, pescados con omega 3... También líquidos como café o agua con limón, son excelentes alimentos quemagrasas naturales y saludables.

En este sentido, es mejor llevarse un tupper para comer en el trabajo con alguna de estas opciones. De esta manera evitamos excedernos en las calorías que ingerimos si vamos a un restaurante y nos ayuda a optar por un menú más equilibrado y sano.

Cambia los refrescos y el alcohol por agua en las comidas

¿Comes con refrescos azucarados o con alcohol? Si no eliges la gama "zero" de los primeros o escoges bien que bebidas alcohólicas tienes que tomar estarás añadiendo demasiadas calorías a tu dieta (innecesarias totalmente).

Eso contribuirá a lo más importante de todo: a que pierdas peso de una forma sana y saludable y a que no lo hagas de una manera tal radical que en poco tiempo ganes mucho más peso del que has perdido. Es lo que se conoce como el temido "efecto rebote".