Uso obligatorio e incivismo evidente. Basta con bajar la mirada para ver donde acaban muchas de las mascarillas y guantes contra el coronavirus. Imágenes que se quieren evitar a golpe de multa, 3.000 euros en Toledo, 750 en Cádiz y 900 en Bollullos Par del Condado, Huelva. Allí su Policía Local patrulla las calles, para evitar estos focos de contagio. Las mascarillas se tienen que depositar en el cubo de los residuos orgánicos, no son ni plástico ni envases. Para evitar tanto desperdicio, una de las soluciones, mascarillas reutilizables. Se cambia el filtro y el impacto al medioambiente es 100 veces menor. Y recuerden qué del suelo, al mar aunque no lo parezca hay un solo paso. Más plástico para unos océanos que se ahogan.